Este jueves llegó la primera carga policial contra alguna de las numerosísimas manifestaciones ilegales que los indignados han convocado en Madrid, tras ser desalojados de forma pacífica el pasado lunes de sus campamentos en la Puerta del Sol y el Paseo del Prado.
La carga se produjo al principio de la Castellana, frente a las puertas del Ministerio del Interior y tuvo mucho que ver con la actitud de los indignados que se acercaron, con sus habituales modos provocativos, a los agente de la Guardia Civil que protegen el edificio.
Así, tal y como ha podido saber Libertad Digital en conversación con el portavoz de la Unión Federal de Policía, Alfredo Perdiguero, los indignados rodearon a uno de los guardias civiles que protege el edificio, lo insultaron y llegaron incluso a arrebatarle la gorra e intentaron quitarle el arma reglamentaria.
El agente soportó con profesionalidad y una encomiable paciencia las provocaciones, pero la situación se hizo insostenible cuando los indignados empezaron a trepar por la valla que rodea el Ministerio del Interior con la intención, aparentemente, de colgar de ella sus pancartas.
Los agentes presentes se vieron en la obligación de pedir refuerzos. La llamada fue atendida por los policías que habitualmente protegen la sede del PP en la cercana calle Génova, y también se sumaron policías desplazados desde Valencia en los últimos días dadas las circunstancias.
La carga policial fue "impecable", según ha señalado la Confederación Española de Policía en un comunicado hecho público este viernes, comunicado en el que este sindicato vuelve a reclamar que la Delegación del Gobierno de Madrid "aplique de una vez la ‘tolerancia cero’ con los radicales".
Los policías de la CEP, indignados de verdad
Como ya hicieran con anterioridad otros sindicatos policiales la CEP han mostrado en un comunicado hecho público este viernes su enfado tanto con las hordas de indignados como con la Delegada del Gobierno de Madrid por su pasividad ante las manifestaciones ilegales de los indignados.
Denuncia además la CEP la participación en las últimas protestas de algunos manifestantes procedentes de fuera de España y que están "tutelando" el movimiento y "radicalizando" las protestas. Se trata, según el CEP, que cita el ejemplo de un ciudadano argentino y otro portugués que han sido detenidos en las últimas horas y que han sido definidos por la policía como personas que "han hecho de la protesta vacía de contenidos su particular modus vivendi".
La CEP condena en su comunicado "la sucesión impune de concentraciones y manifestaciones ilegales" que ha llevado a cabo "un grupo de entre 200 personas y unas 1.000", según la hora del día. Un pequeño grupo que sin embargo y ante la inacción de las autoridades "llevan varios días sometiendo a los madrileños a la tiranía de sus manifestaciones (...) provocando a los comerciantes y conductores", algunos de los cuales "temieron incluso por su integridad física al ser zarandeados sus vehículos".
Lo peor, que todos estos incidentes "debieron haber sido evitados si la Delegación del Gobierno en Madrid hubiera aplicado la legislación sobre orden público".