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Rajoy asume ya el rol presidencial ante la deserción de Zapatero

El líder del PP ha analizado la gravísima situación que atraviesa la economía española. Rajoy ha adoptado, imagen incluida, un tono institucional.

Con el presidente del Gobierno escondido, el líder del PP ha salido a la palestra por segunda vez en esta semana para intentar transmitir confianza a los mercados, después de la peores cinco días para la deuda española. Rajoy intenta contrarrestar la sensación de vacío de poder que transmite un Gobierno derrotado y cuida hasta el último detalle. Así, en la entrevista que ha concedido a Europa Press aparece en un despacho de aspecto ministerial con una bandera de España al fondo, que nada tiene que ver con las imágenes en el jardín de su residencia de vacaciones de otros veranos.

Rajoy ha dicho que tiene previsto contar con presupuesto aprobado en el primer trimestre de 2012 y está preparando ya el plan de choque que aplicará si gana las próximas elecciones generales del 20 de noviembre, con tres medidas que aplicará de forma inmediata. Consisten en: una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para establecer un techo de gasto a todas las CCAA y cumplir así el objetivo de déficit; una Ley de Emprendedores que apoye a las pymes con, entre otras medidas, una rebaja del 5 por ciento en el impuesto de sociedades y una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas.

En una entrevista concedida a Europa Press, Rajoy asegura que para crear un clima de confianza "lo primero" que tiene que producirse es "un cambio de Gobierno", nombrar un Ejecutivo con personas de "la mayor competencia posible" y presentar un plan económico en las Cortes. "Eso va a dar seguridad, certidumbre de cara al futuro", ha enfatizado. El presidente del PP advierte que ha llegado el momento de los "gobernantes de cuajo", con un "liderazgo claro", "determinación y coraje" para afrontar la crisis, que "fije objetivos y los cumpla" y que cree un "equipo competente" que ofrezca confianza.  

De esta forma, Rajoy ha adelantado que prevé "dar la vuelta a la situación" en un "tiempo razonable", aunque cree que poner una fecha es "insensato" y "frívolo". No obstante, recuerda: "en el año 1998, dos años después de llegar al Gobierno, ya cumplíamos todos los requisitos para entrar en el euro y después se empezó a crear empleo de una manera importante". En este contexto, ha querido dejar claro que la "certidumbre" no se genera por un decreto que apruebe un gobierno, sino con un Ejecutivo "que no improvise" y haga las reformas necesarias.

La primera medida será contar con un Presupuesto cuyo "objetivo prioritario" consistirá en "cumplir los objetivos de déficit público" con los que se ha comprometido España. "Yo asumo el compromiso del Gobierno de España" de cumplir con la UE.

Según explicó, "lo ideal" sería tener aprobado el Presupuesto el 31 de diciembre, pero "desgraciadamente no va a ser así". "No hay tiempo material para hacerlo", exclamó y argumentó que "ahí hay un tiempo muerto que no ayuda". "Lo ideal hubiera sido aprobar los Presupuestos antes", recalcó. Sin embargo, tratará de contar con un Presupuesto "a la mayor brevedad posible" para que España "vuelva a ser un país fiable". Por ello, Rajoy prevé que su Gobierno lo tenga antes de marzo para poder aprobado en las Cortes en el primer trimestre del año.

Junto con este paso imprescindible, contar con un Presupuesto, Rajoy se ha marcado inicialmente "tres prioridades y un objetivo". Este último es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años". Para ello, pondrá en marcha de manera inmediata un "plan de choque" que incluye "tres prioridades": la primera, controlar el déficit público, de forma que España no gaste más dinero del que tiene. Para ello, modificará la Ley de Estabilidad Presupuestaria y pondrá "techo de gasto a todas las administraciones, que no podrán sobrepasar".

Acompañando a esa medida de estricto control de las cuentas públicas, Mariano Rajoy tiene previsto impulsar una Ley de Emprendedores, que facilite la creación de empleo. Su meta consiste en lanzar "un mensaje claro, contundente y entendible a los emprendedores, a las pymes y a los trabajadores autónomos". El dirigente popular está convencido de que "sin ellos, la salida de la crisis será muy difícil". Según ha precisado, esa norma "tendrá su parte fiscal" e incluirá una reducción del impuesto de sociedades para pymes en cinco puntos. Además, irá acompañada de una "importante simplificación".

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