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Soraya defiende un "horizonte compartido" entre PP y PSOE

En tono solemne, Sáenz de Santamaría se sirvió del sentido de Estado para hacer una defensa a ultranza del "gran acuerdo" con el PSOE.

Consenso, altura de miras, horizonte compartido... la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, no ahorró elogios para defender el acuerdo alcanzado con el PSOE para reformar la Carta Magna, a fin de "reconstruir la confianza" y devolver internacionalmente a España al lugar al que se merece.

La dirigente popular, que no hizo guiño alguno que pudiera molestar ni al Gobierno ni a los socialistas, destacó un compromiso político "con vocación de futuro y con carácter de pertenencia" y honró a la Constitución, pues dijo de ella que "permite seguir construyendo el progreso económico y social" por el que fue aprobada en 1978.

El ambiente de cordialidad inusitada se notó en los pasillos de las Cortes, poco acostumbrados a tanto entendimiento. Y lo cierto es que en los corrillos gusta más la gresca, y de ahí que este martes hubiera mucho menos miga de lo habitual, excluyendo –eso sí- los círculos de los partidos minoritarios.

A ellos también se refirió Sáenz de Santamaría en su discurso para asegurar que se esforzará con el objeto de que otras formaciones apoyen el texto: "No los escatimaremos para sumar voluntades al consenso", dijo, aunque a renglón seguido añadió que la suma PP-PSOE es más que suficiente para sacar adelante este tipo de reformas.

En cuanto al fondo, la número tres del PP aseveró que con la modificación constitucional se erradica "uno de los grandes males de la economía española", que no es otro que acabar con aquello de "gastar más de lo que se ingresa". "Es un deber público y, a partir de ahora, un deber constitucional", y esto traerá la tan deseada "estabilidad presupuestaria":

"En tiempos de grandes debates en España, respondemos con un gran acuerdo", resumió Sáenz de Santamaría, que se llevó una gran ovación de su grupo. "Nada pone más en riesgo el estado de bienestar, las conquistas sociales, que unas cuentas insostenibles", afirmó, negando así el fantasma de los recortes con el que hacen bandera las minorías y los sindicatos.

Se refirió, incluso, a la reforma como clave para mantener los sistemas educativos y sanitarios tal y como los conocemos, y concluyó mentando -como hizo a lo largo de toda su alocución- "la concordia, diálogo y moderación" a la que han envuelto a PP y PSOE y de la que quieren hacer partícipe "al conjunto de la sociedad". Un extremo que contrasta, eso sí, con las duras críticas hacia el Gobierno por su política económica.

Tras bajar de la tribuna y, todavía sonando los aplausos de los suyos, el chascarrillo ya se había instalado en boca de más de uno: "Parecía más la vicepresidenta que la portavoz del PP".

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