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El PSOE, en campaña: apoyo a las 'víctimas' de la policía y a la inmersión lingüística

Es su peor momento, el PSOE de Rubalcaba muestra su cara más radical y la tripulación abandona el barco.

En la penúltima sesión de control que el Congreso celebra en esta legislatura, el presidente del Gobierno ha defendido a capa y espada la labor que ha llevado a cabo respecto a Cataluña en sus casi ocho años de mandato. Y ha reivindicado ante ERC la idea de "la España plural, pero España", ante las críticas de los independentistas por ser demasiado tibio en su opinión.

Pero lo cierto es que ayer mismo, sin ir más lejos, el Congreso aprobó, gracias a los votos del PSOE, un texto que llama a la desobediencia nada menos que de los tribunales de justicia: tanto el Tribunal Supremo como el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña han exigido a la Generalidad que restablezca el castellano como lengua vehicular en la enseñanza en esta comunidad autónoma.

Desde el ejecutivo de Artur Mas ya han anunciado su intención de no cumplir la ley. Y el PSC está de su lado. También distintos miembros del Gobierno central, como la ministra de Defensa o el propio ministro de Justicia, han amparado el actual sistema de inmersión lingüística en Cataluña. Pero el PSOE, como partido, dio ayer un paso más en su actual deriva ideológica.

El PSE, con las "víctimas de excesos policiales"

Mientras, en el País Vasco, los socialistas quieren incluir a las "víctimas de excesos policiales" en el Día de la Memoria. El PSE ha registrado un texto en el Parlamento vasco para que las instituciones que participaron en esta jornada el pasado año "respeten su espíritu", pero que también, "de forma progresiva y conforme vayan siendo reconocidas por el Gobierno vasco", incluyan a las víctimas de abusos policiales. De esta manera se equipara a las víctimas del terrorismo con los terroristas de ETA.

Y en mitad de este caos ideológico y de desintegración en el que está sumido el Partido Socialista Obrero Español – que parece haber renunciado ya definitivamente a su último apellido –, con un Gobierno tocado y hundido, una situación económica y social calamitosa y unas perspectivas electorales pésimas, muchos son los que han decidido abandonar el barco, entre ellos el ‘capitán’ – el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Una vía de agua en el barco"

Así lo ven muchos, incluso desde dentro del propio PSOE. Es más, el todavía presidente del partido y ministro de Política Territorial no tuvo ningún pudor en hacer pública esta reflexión el pasado lunes a cuenta de la renuncia de José Bono: "Es más fácil retirarse cuando se abre una vía de agua en el barco". Pero no es sólo el presidente del Congreso el que no repetirá en las listas de los socialistas para concurrir a las próximas elecciones generales del 20-N. Hasta cinco miembros del actual Ejecutivo, sin contar al presidente, no seguirán con el candidato Rubalcaba.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Elena Salgado; el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián; el ministro de Educación, Ángel Gabilondo; la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. Sólo Elena Salgado y Miguel Sebastián han permanecido casi desde el principio al lado de Zapatero, los demás se incorporaron más tarde, siendo Gabilondo y González-Sinde los últimos en sumarse a la tripulación.

Otros, que habían mostrado sus reticencias, finalmente acompañarán al ex ministro del Interior en su travesía. Es el caso de Manuel Chaves, Rosa Aguilar – que tuvo rifirrafes con Carmen Calvo, finalmente irá de cabeza de lista por Córdoba– y Alfonso Guerra, que aunque se sale de esta lista de ministros es un histórico del partido.

Los que no han tenido problemas en subirse a la balsa del candidato ‘Alfredo’ son José Blanco, que será cabeza de lista por Lugo; Carmen Chacón, por Barcelona; Leire Pajín, por Alicante y Ramón Jáuregui, por Álava. Alguno de ellos, como el actual ministro de Fomento, lo ha hecho de manera entusiasta. Blanco dijo este martes que ha pedido a Rubalcaba que "si gana las elecciones" le permita desempeñar otra vez la misma función.

El actual ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que según cuenta El Mundo se ha convertido en un hombre de confianza de Pérez Rubalcaba, podría ir de número tres por Madrid. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, también estará en las listas, así como Trinidad Jiménez, que todo indica que encabezará la candidatura por Málaga.

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