El caso Faisán y la legalización de Bildu ocupan buena parte de la entrevista concedida por Camacho. Precisamente Rubalcaba ya se ha encargado de blindar a su anterior número dos para evitar que le salpiquen las pesquisas judiciales sobre el caso del chivatazo a ETA.
Así, interesados por la opinión de Camacho sobre quién puede ser el autor de la delación al aparato de extorsión de ETA en 2006 los periodistas se dirigen a Camacho: "Parece que hay pocas dudas sobre que hubo un chivatazo sobre la operación contra el aparato de extorsión de ETA, cuestión distinta es la autoría".
Camacho sorprende a los periodistas contestándoles "No, no ¿cómo que hay pocas dudas? Se están investigando ahora mismo tanto el hecho como la autoría. las dos cosas".
Los periodistas de El País apostillan entonces que existen registros de las intervenciones telefónicas que atestiguan que Joseba Elosúa, dueño del bar Faisán, recibió información sobre la inminente operación policial.
Dice Camacho al respecto que "la base probatoria es lo que dice un presunto miembro de la banda". Y una vez dicho esto asegura que no ha "hecho ninguna valoración sobre la investigación judicial en marcha. Por respeto no voy a hacerlo".
Camacho también habla en la misma entrevista sobre la el concurso de Bildu a las pasadas municipales, situando a los herederos de Batasuna en posición de acceder a las instituciones e incluso al Congreso de los diputados el próximo 20-N. El partido fue prohibido por el Tribunal Supremo tras la demanda de ilegalización del Gobierno, para ser luego legalizado por el Tribunal Constitucional.
"La posición del Gobierno fue muy clara. Con informes de la Guardia Civil y la Policía presentamos una demanda de ilegalización de Sortu y luego de Bildu. En este último caso los tribunales no nos dieron la razón. Y debemos acatar esa decisión".
Se olvida Camacho de que los tribunales sí dieron la razón al Gobierno. Nada menos que una sentencia del Tribunal Supremo el pasado mes de mayo avala la ilegalización de Bildu. El TS anunció el uno de mayo dio el visto bueno a su ilegalización por nueve votos frente a seis, antes de que el Constitucional estimase que las pruebas manejadas por el alto tribunal fueran de "insuficiente entidad", autorizando a los herederos de Batasuna concurrir a las elecciones del 22 de mayo.
Camacho, secretario de Estado de Seguridad desde 2004, certifica la situación de "debilidad" en la que no había estado en ningún momento de su historia. Camacho reitera que la debilidad de la banda es un hecho, y que "el único camino al que se dirigen es el fin definitivo".
Considera, eso sí, que estamos "equivocando el debate". "Cuando lo dejen habrá que ver si hay que hablar, pero ahora el único objetivo es que abandonen las armas".
Todoslos caminos parecen conducir a Camacho a asegurar el fin de la banda. "Una victoria que en ningún caso es una victoria de Bildu, que está en la política y las instituciones porque ha descubierto que la banda no existe, que su elemento de presión ya no existe".
Eso incluye quitar importancia al discurso de Bildu, que tan solo tacha de "equívoco" puesto que "si hubieran demostrada de forma clara que siguen creyendo en la violencia, el Gobierno ya hubiera actuado". Los apoyos de concejales y miembros destacados del partido a la banda terrorista ETA y sus presos, son simplemente para el ministro "conductas particulares" que para nada están relacionadas con la "estructura" del partido. "Es complicado sostener que la conducta de uno arrastre a todos", asegura en El País.