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Rajoy: "No prometeré nada que no pueda cumplir"

El candidato del PP a La Moncloa promete un Gobierno "previsible, creíble y solvente". Llama a "superar el pasado" con un mandato de "concordia".

El candidato del PP a La Moncloa promete un Gobierno "previsible, creíble y solvente". Llama a "superar el pasado" con un mandato de "concordia".

Mariano Rajoy cumplió con el ritual de comparecer ante los medios de comunicación tras el anuncio oficial de la disolución de las Cortes y la convocatoria de las elecciones generales. "Serán el veinte de noviembre", constató un Mariano Rajoy con aura institucional y muy sereno que hizo todo un resumen de lo que pretende hacer si llega, como así auguran todas las encuestas, a La Moncloa.

El aún jefe de la oposición desmontó la legislatura extinta nada más arrancar su intervención, y eso que no necesitó mentar ni al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ni al que fuera su número dos y ahora candidato de Ferraz, Alfredo Pérez Rubalcaba.

"Han sucedido muchas cosas que, de ninguna forma, se pueden volver a repetir", afirmó, no sin recordar lo mucho que los socialistas "han perjudicado a los españoles en su conjunto". Una herencia "muy difícil de gestionar" ya que, proclamó el cabeza de cartel, el principal reto es "superar el pasado". "Entre todos podemos superarlo", aunque "será preciso actuar con determinación" sin olvidar que "el proyecto común es la recuperación económica y la creación de empleo".

Frente a este negro y desolador futuro -él mismo habló de "ardua y difícil tarea"-, Rajoy puso a su partido "a disposición" de los ciudadanos, tanto "a quienes nos dieron su confianza como a los que no lo hicieron". El dirigente popular vendió incluso su perfil más cercano al recordar todos sus viajes por España para solemnizar que es "consciente" de lo que ocurre en el país que pretende gobernar.

Concordia tras las elecciones del 20-N

"Nadie tiene una varita mágica que resuelve las cosas en un breve periodo de tiempo" pero, de igual forma, también quiso dejar claro que "vamos a superar esta situación". "Precisamos otras políticas, gobernar con otras actitudes", añadió, para ensalzar la "concordia" de la que quiere hacer gala si gana el 20-N.

Ya lo dijo en multitud de ocasiones, si bien no se resistió a publicitar una vez más que gobernará "desde el centro, la moderación y el diálogo". E incluyó tres calificativos más: "Verdad, transparencia y responsabilidad". O, traducido: "Un Gobierno previsible, creíble y solvente".

Un fin último para el que Rajoy hará uso de tres instrumentos clave: la austeridad, el regreso del crédito y la competitividad económica. Sobre ello versará su campaña electoral, y ya advierte que "no haré demagogia ni entraré en disputas estériles". Pero, aún más importante, a lo que se comprometió, no sin ese halo presidencial que ya siempre le acompaña, es a no mentir a los españoles: "No prometeré nada que no pueda cumplir", sentenció.

"Yo creo en la libertad"

El final de su alocución fue, tras augurar tormenta y marejada, destinado a levantar los ánimos de la tropa patria. A hacer del I love Spain su principal arma de batalla: "Los españoles nos hemos crecido ante las dificultades y siempre las hemos superado" por lo que "una vez más seremos capaces de salir adelante".

"Éste es uno de esos momentos", aseveró un Rajoy que volvió a llamar, una vez más, a un gran proyecto nacional. Una declaración en clave institucional en la que admitió cuatro preguntas, ya pactadas por los informadores. El líder del PP rechazó dar importancia a la voz de los presos de ETA y, respondiendo a la prohibición de los toros en Cataluña, dejó encima de la mesa toda una declaración de intenciones: "A mí no me gusta gobernar a base de prohibiciones, yo creo en la libertad".

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