El gobierno de Artur Mas sigue dando sobradas muestras de sus verdaderos intereses a la hora de realizar recortes del gasto público: los ancianos y los discapacitados serán los primeros en sufrirlos. En pleno revuelo por la suspensión del pago a geriátricos y residencias de ancianos, ahora conocemos un despilfarro más del gobierno nacionalista, dada la situación actual: Mas ha destinado 875.000 euros en subvencionar a las juventudes de varios partidos políticos, gasto que aprobó este mismo 15 de septiembre, días antes de anunciar que pensaba reducir 77 millones en Sanidad. La Generalidad ha regalado 34 entidades juveniles esta cifra astronónica, por su "relevancia en el tejido asociativo juvenil". En el fondo, es sólo una muestra más de la lista de los 10 símbolos de la ruina catalana, una evidencia de despilfarro vergonzoso, destinada a potenciar la política identitaria.
Con objeto de poner negro sobre blanco, presentamos una lista pormenorizada de las consecuencias que traerán estos recortes, dirigidos precisamente a los estratos más débiles de la sociedad.
- 142.000 ancianos y discapacitados, sin atención
Aunque en principio, la Generalidad lo vendió como una medida "temporal" que podría durar de "dos a tres meses", cada vez parece más claro que el impago que anunció a las residencias de ancianos y discapacitados se prolongará mucho más tiempo.
Gracias a ello, 142.000 ancianos y discapacitados se verán obligados a dejar de recibir la atención que requieren, incluso la enorme cantidad de grandes dependientes que no pueden valerse por sí mismos. Las residencias y geriátricos afrontan una futuro más que incierto, ya que no saben si podrán hacer frente al pago de la intendencia básica de estos centros, lo cual ya está redundando en el bienestar de estas personas enfermas. Se les están reduciendo las raciones de comida, los gastos en higiene personal y otras muchas atenciones.
La Asociación Catalana de Directores de Centros y Servicios de Atención a la Dependencia Gerontológica (ASCAD) alertó que, si no son capaces de brindar a los ancianos y personas dependientes la atención que requieren, las inspecciones -mucho más estrictas que en otros sectores- tendrán que empezar a cerrar centros porque no pueden garantizar el confort del residente. ¿Qué ocurrirá con las 142.000 personas con serias dificultades si eso ocurre?
- 5.000 trabajadores sin cobrar
Situación crítica afrontan también los cerca de 50.000 trabajadores que atienden a los enfermos, y cuyos sueldos corren la misma suerte. Los geriátricos ya han anunciado que con este brutal recorte del gasto, no podrán afrontar el pago de las nóminas.
- Renta Mínima de inserción
También la renta mínima de inserción ha sido otro de los lugares prioritarios donde meter la tijera de Mas. Cerca de un 19% de los 34.000 beneficiarios de la Renta Mínima de Inserción (6.500 personas) no la han cobrado en los últimos dos meses.
- Recortes de la paga a médicos y enfermeras
Por otro lado, la consejería de Salud ha anunciado que recortará a la mitad euros de rebaja salarial para los médicos y enfermeros, en su paga de Navidad y otros complementos, que suponen el 20% de la nómina. Unas 41.000 personas se verán afectadas. Hace unos meses, estos funcionarios ya sufrieron un 5% de recortes en su sueldo, bajo la promesa de compensación el año próximo.
- Suspender consultas
La Generalidad cerrará las consultas externas y la cirugía de los hospitales públicos catalanes durante el puente de la Constitución; para "ahorrar", también.
- Cierre de ambulatorios
Durante el mes de julio, la Consejería de salud cerró 97 ambulatorios que aún no ha reabierto, y que están ubicados principalmente en localidades de tamaño mediano o pequeño de la provincia de Barcelona. Cientos de personas se quedaron sin atención sanitaria en zonas con escasa dotación.
- Los trabajadores prefieren bajarse el sueldo
Los trabajadores de varios hospitales catalanes han propuesto bajarse el sueldo para evitar los despidos anunciados, lo cual creen que redundará en una peor asistencia santaria para el usuario. Por ejemplo, los empleados del hospital Clínic han propuesto ceder 2,3 millones de euros de complementos económicos de la masa salarial. Encomiable medida pero con pocos visos de prosperar, ya que el centro hospitalario quiere ahorrar 14 millones.