El PP "sigue siendo aquél partido que concurrió a las elecciones de 2008", aquél que proclamó tener "ideas claras" a fin de buscar "un nuevo consenso" frente a los peligros a los que entonces se enfrentaba España. Es el compromiso de Mariano Rajoy, que quedará retratado en el epígrafe "Nuestros Principios" dentro de su programa de gobierno con el que pretende ganar las elecciones generales del veinte de noviembre.
Muchos serán los cambios en el plan de acción del candidato popular a La Moncloa, empezando por sus prioridades. Hace poco más de tres años, la economía era incluida en el apartado "Proteger nuestro modelo social" siendo el reto final "el pleno empleo". Estos desafíos se resumían a partir de la página cien, habiendo previamente abordado el problema del terrorismo, la reforma de la Constitución, la lengua o los símbolos.
Hoy los problemas del país, según el PP, son bien distintos y vienen marcados por la crisis: "No hay más asuntos prioritarios que la creación de puestos de trabajo y la economía" ya que "todos los demás asuntos dependen de estos dos", zanjó Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación y miembro del comité de campaña.
Hasta 1.400 expertos han aportado ideas a fin de confeccionar el cuaderno de la esperanza; treinta y dos comisiones se han reunido a lo largo de los últimos meses, capitaneadas por Ana Mato, jefa del aparato de Génova, y Baudilio Tomé, responsable de Estudios y Programas.
El documento ya está listo, tras ser rematado en los foros especializados que se han sucedido hasta la fecha, enmarcados en el empleo, las pymes y autónomos o el sector sanitario. Un marco de referencia que verá a la luz a partir de este jueves en la Convención Nacional de la formación, que se celebra en Málaga.
Sin embargo, al margen de las propuestas económicas, de la petitoria de remar todos juntos en la misma dirección (al margen de los colores rojo y azul) o incluso de los guiños a los partidos nacionalistas (Rajoy abogará por no excluir a nadie), una amplia base del PP, los denominados votantes de toda la vida, mirarán con lupa aquello tan manido de los principios y valores; ése apartado cien por cien ideológico en el que el PP se define como partido.
"Haré un partido para que lo puedan votar una mayoría de españoles, los que votaron al PP y los que votaron al PSOE", dice cada vez que sube a un atril Mariano Rajoy. "Concordia" es otra de sus palabras favoritas. Dicho lo cual, ninguna de las afirmaciones anteriores entra en contradicción con "los principios" del PP, los "mismos de siempre", según las fuentes consultadas.
El PP del 2011 es "el mismo que el PP del 2008", aseguraron, confirmaron y remacharon miembros de las más altas instancias de la formación. Tanto es así que avanzaron que éstos serán a grandes rasgos "Nuestros Principios", calcados a los presentados en los últimos comicios nacionales:
- Somos una formación política de centro. Defendemos los valores de la libertad, la igualdad, la concordia y la justicia que inspiran nuestra España democrática.
- Somos un partido joven que ha nacido y crecido con esta democracia, y que asume la tradición del liberalismo español surgida de la Constitución de Cádiz.
- Defendemos la libertad porque es el fundamento de la dignidad de la persona y el motor del progreso y el bienestar de las sociedades.
- Creemos en la igualdad porque sin ella hay arbitrariedad, privilegio y discriminación, y porque asegura un orden de justicia gobernado por el imperio democrático de la ley.
- Afirmamos que España es una nación de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes. La soberanía nacional reside en el pueblo español y es única e indivisible.
- Defendemos la Constitución, sus instituciones y los símbolos que establece, son la mejor garantía de futuro para la libertad, el progreso y el bienestar de los españoles.
- Consideramos que el Estado de las Autonomías es un acierto colectivo que refleja la pluralidad dentro de la unidad de España. Es el modelo de Estado que ha logrado vertebrar los territorios al garantizar su cohesión y solidaridad. La España autonómica nos brinda los mejores instrumentos para responder con éxito a los restos del siglo XXI.
- Creemos que son los españoles los que impulsan la energía creadora de la libertad.
- Estamos convencidos de que el deseo de superación, el mérito y el trabajo son activos personales que deben ser estimulados y potenciados socialmente a través de la educación y la formación
- Reivindicamos el protagonismo de la sociedad civil a la hora de liderar los cambios que demanda nuestro país. Una sociedad abierta, dinámica y fuerte es un elemento esencial de la calidad democrática, del pluralismo y del bienestar.
- Abogamos por el reformismo como garantía de progreso y bienestar y de la igualdad de todos los españoles dentro de una economía libre. Defendemos una economía libre y socialmente avanzada, que concilie la libertad con el desarrollo de políticas que hagan más justa la prosperidad.
- Creemos que la política debe ejercerse desde la moderación y el respeto a las opiniones de los demás. Apostamos por el consenso y el desarrollo de política incluyentes, especialmente cuando éstas interesan a los fundamentos de nuestra convivencia.
- Defendemos que la ejemplaridad de los comportamientos políticos es la fórmula más idónea para restablecer el prestigio de la democracia.
- Promovemos una comunidad internacional basada en la defensa de la libertad, los derechos humanos, de la paz, de la seguridad, el respeto mutuo y la cooperación.
- Creemos en la necesidad de contribuir a la erradicación de la pobreza y la injusticia que padece una parte de la humanidad, impulsando políticas globales que garanticen la libertad y el bienestar de todos los seres humanos.
- Consideramos que es una responsabilidad de todos asegurar a las generaciones futuras el disfrute de un medio ambiente sostenible frente a amenazas como el cambio climático.
Para acabar de convencer a ese votante de toda la vida, por otro lado habitualmente fiel, el PP se guarda aún otro AS en la manga: la presidencia de José María Aznar en la apertura del cónclave popular, en el que dará su espaldarazo "más sentido" a su sucesor en el puesto. "Nadie desea más que yo que Mariano gane el 20-N", llegó a decir recientemente el ex presidente.