El líder del PP, Mariano Rajoy, asegura que, si gobierna, en ningún caso mantendrá un diálogo con una organización terrorista "sobre nada", aunque haya abandonado definitivamente la violencia porque "con ETA no hay nada de que hablar".
En una entrevista que publica El Periódico, recogida por Efe, la primera concedida por Rajoy tras el comunicado de los terroristas, el líder del PP se muestra mucho más cauto que las autoridades socialistas.
Rajoy señala, no obstante, que no le consta que el cese de la violencia tenga un precio, y que, en todo caso, no pagaría y sí considera que el comunicado es el triunfo de "no negociar".
Rajoy considera que el diálogo establecido con la banda en 2006 y el que ha llevado al comunicado de aparente cese, no es la misma clase de diálogo: "No tengo datos para afirmar eso. Si los hubiera tenido, mi actitud hubiera sido muy distinta".
En el primer caso, el líder del PP estima que probablemente Zapatero ofreció contrapartidas políticas a la banda. No obstante, "en esta legislatura el terrorismo no ha constituido objeto de debate político en las Cortes, fundamentalmente por una razón: porque yo creía que las cosas se estaban haciendo mejor".
Rajoy prosigue en su línea de confianza hacia la política del Ejecutivo. Al fin y al cabo, "ETA no ha conseguido ni la autodeterminación ni la territorialidad". Es más, el líder del PP estima que, al fin y al cabo, con este nuevo comunicado "fundamentalmente ETA lo que ha hecho es rendirse".
Rajoy considera también que "un estado no puede negociar con un grupo terrorista de ninguna manera" y por ello "si el PP gana las próximas elecciones generales y tiene la responsabilidad de gobernar, no me consta que tenga que pagar ningún precio por el cese definitivo de la violencia. Y, en todo caso, ya le adelanto que no estoy dispuesto a hacerlo".
A la pregunta de cómo valora las declaraciones de dirigentes de su partido como Jaime Mayor Oreja o Carlos Iturgaiz, que aseguran que hubo "contrapartidas", Rajoy insiste en que no le consta y recuerda que, a día de hoy, ETA no ha conseguido ni la autodeterminación ni la territorialidad.
"Con ETA -dice- no hay nada que dialogar sobre ninguna consecuencia de un conflicto que no ha existido. En el País Vasco, no ha existido ningún conflicto político, lo que ha habido es una banda criminal que ha querido imponer por la fuerza sus tesis y que ha sido vencida por la sociedad española".
A la pregunta de si el cese de la violencia convierte a Bildu en interlocutor político, Rajoy avanza que habrá que ver cómo se producen los acontecimientos, pero, para el PP, "Bildu sigue siendo el brazo político de una organización terrorista".
Para Rajoy, la "tranquilidad total de los españoles y la libertad definitiva sólo llegará cuando se materialice la disolución irreversible de la banda".
De cara a las elecciones y sobre medidas capaces de afrontar la crisis, Rajoy plantea "inyectar dinero público a los bancos. No hay otra alternativa. Lo peor es no hacer nada".
Rajoy también asegura que, si gobierna, lo último recortaría sería el sistema público de pensiones, sanidad y educación.
"No soy partidario de subir impuestos -dice- porque ello reduce el consumo y, por tanto, los ingresos. Sí soy partidario de hacer recortes en lo superfluo, pero soy un firme partidario del sistema público de pensiones, educación y sanidad. Son las últimas partidas que recortaría".
Rajoy descarta el copago sanitario y dice que su gran prioridad es no castigar más a los pensionistas y en cuanto a los funcionarios dice que ya verá como están las cuentas públicas.
El líder del PP apuesta por un Gobierno valiente, prudente, fuerte y dialogante.
A la pregunta de si ofrecerá a CiU entrar en el Gobierno, Rajoy dice que eso no está encima de la mesa ,aunque sí le gustaría contar con su colaboración.
No obstante, Rajoy también se refiere al pacto fiscal que demanda Cataluña y dice que la prioridad es crear empleo y crecer.
Sobre el Corredor Mediterráneo, reconoce que "es un corredor muy importante, pero hay otros que también lo son".