Una serie de llamadas y mensajes de texto intervenidos entre José Blanco y su amigo José Antonio Orozco, vicepresidente de Azkar, ponen de manifiesto las gestiones que hizo el ministro de Fomento para que el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobegrat concediera a la empresa de su amigo la licencia de instalación de una nave que le interesaba tener cerca del aeropuerto de El Prat.
Según informa El Mundo, Blanco también intervino, a petición de Orozco, en la expropiación de unos terrenos de la empresa gallega Grafoplas que Aena necesitaba para ampliar el aeropuerto de La Coruña.
Estas intervenciones telefónicas están incluidas en la exposición razonada que la juez Estela San José ha remitido al Tribunal Supremo al apreciar indicios de delitos de cohecho y tráfico de influencias en el ministro de Fomento y número dos del PSOE.
En este sentido, estos indicios ya no provienen de las palabras del empresario Jorge Dorribo sino que éstos son ya las propias palabras de José Blanco, a quien en las cintas grabadas en el marco de la Operación Campeón se le oye decir: "en 15 días está resuelto lo de Cataluña y el otro tema de Coruña también se resuelve".
De este modo, Blanco cumplió así con su amigo Orozco, "al que debe su casa en Madrid", tal y como declaró el propio Dorribo. Veinte días después la juez interceptó el mensaje de Orozco a Blanco: "Acaban de darnos la licencia en Sant Boi. Muchas gracias por todo".
Los indicios son tan poderosos que hasta el propio fiscal de Lugo informó a la instructora en un escrito sobre competencia que Blanco podría haber incurrido en un delito de tráfico de influencias.
Así, la juez resalta en su exposición que "tal y como indica el Ministerio Fiscal, habría indicios de la presunta comisión por parte de José Blanco López de un delito de tráfico de influencias al intervenir en las negociaciones y gestiones que ha de llevar a cabo José Antonio Orozco en referencia a una nave que pretendía construir en el aeropuerto de Sant Boi".