Menú

De la decepción del cáterin a las risas

Los canditados, muy satisfechos al abandonar el debate

Poco antes de la puntual llegada de los candidatos, los periodistas daban cuenta del costoso cáterin (18.000 euros) con innegable gesto de desaprobación, en particular por una tortilla precocinada que ha hecho poner el grito en el cielo a más de uno. Mientras, un gran grupo en el que se reconocía a viejas glorias de la televisión, como José Ángel de la Casa o el doctor Bartolomé Beltrán, eran guiados por las instalaciones como miembros de la anfitriona Academia de la Televisión.

Eran los momentos previos a la llegada de los dos candidatos, que elegían el mismo color azul de corbata, algo que en esos momentos de profusión de rumores hacía especular incluso con la posibilidad de un cambio a última hora de dicha prenda. También la elevada temperatura encontrada en su camerino por el equipo socialista fue objeto de diversas especulaciones entre unos informadores ávidos de novedades. Y el color del traje de Rajoy era objeto de un debate que zanjaba una estrecha colaboradora del presidente del PP. Ni azul oscuro ni negro, era gris marengo.

A la entrada, los saludos de rigor de ambos candidatos con el moderador, Manuel Campo Vidal, y oros miembros de la Junta Directiva de la Academia de Televisión. Luego la canallesca a seguir el debate como todo el mundo, por televisión. El frío ambiente de la sala se cortaba en varias ocasiones con risas sinceras, prueba quizá de algo que también ha estado presente en todos los corrillos, la fluidez del debate en comparación con el encorsetado duelo de hace tres años entre Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero.

En el descanso, la pieza más codiciada eran los hombres de prensa de ambos partidos, sujetos indisolublemente al móvil y asegurando que, sin duda, el suyo era el caballo ganador. Y más tortilla dudosa.

La salida de ambos candidatos se producía respetando el mismo orden de la llegada. Primero Rajoy, luego Rubalcaba. La forzada animosidad del momento llevaba al popular a decir que haría "un debate al día" y al socialista a salir palmeando el hombro del moderador. Por cierto que la periodista de Antena 3, María Rey, parecía tener el privilegio de lanzar la última pregunta a los candidatos antes de su salida del Palacio de Congresos.

Sin los protagonistas en el recinto, tiempo de emitir las últimas informaciones o de marchar con celeridad a los lugares donde se traslada la fiesta, en las calles Génova y Ferraz. Y tiempo para intercambiar como cromos las encuestas post debate "¿No me digas que en la vuestra también gana Mariano?".

Temas

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 6 comentarios guardados