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El PSOE aprueba eliminar a los alcaldes del PP de las listas electorales andaluzas

El PSOE-A impuso esta medida tras la victoria del PP en las municipales. No se había ocurrido cuando los socialistas dominaban en los ayuntamientos.

Lo que se proponía José Antonio Griñán se ha consumado. El País lo ha titulado con toda claridad: "El PSOE priva a Arenas del gancho de sus alcaldes en las andaluzas". Una vez más, Griñán queda en evidencia puesto que esta medida, que aduce una supuesta imposibilidad de los alcaldes para simultanear sus tareas de diputado con las de primer edil, jamás se propuso cuando el PSOE ganaba las elecciones municipales desde 1979 a 2008. Es sólo ahora, tras la victoria del PP en las pasadas elecciones municipales cuando el PSOE ha caído en la cuenta de esta imposibilidad. Naturalmente, el PP va a llevar al Constitucional la ley que dicta la incompatibilidad con el Parlamento y ya ha prometido que devolverá esa opción a los alcaldes de resultar ganador de las elecciones de marzo de 2012. 

De esta manera, Griñán, con "malas artes", según el PP, que acaba de ganar las elecciones en Andalucía, se quita de un plumazo a importantes personalidades políticas del PP andaluz, desde Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola y portavoz hasta ahora en el Parlamento andaluz a Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla. Que los alcaldes no puedan ser al mismo tiempo diputados en el Parlamento de Andalucía aunque sí, -véase el sectarismo de la estrategia -, en el Parlamento nacional, afecta a 17 alcaldes del PP y a uno de IU.

Como suele ser costumbre, la medida ha sido presentada por Griñán como una medida de "transparencia" democrática pero en realidad ha sido un ataque al PP que el diario de Prisa llega a calificar de "quebranto considerable" puesto que Javier Arenas ha fundamentado su crecimiento electoral en el papel de los municipios en que ha gobernado 

Pero la ley aprobada ayer tiene un hueco por el que puede colarse el Partido Popular puesto que sólo define la incompatibilidad del cargo de alcalde con el cargo de diputado andaluz, no la participación en la campaña ni la presencia de alcaldes en la candidatura. Esto es, el PP puede nominar como candidatos a sus alcaldes, lograr que hagan campaña electoral y salir elegidos aunque, posteriormente, deban renunciar a sus escaños y seguir ejerciendo de alcaldes. 

Mientras Esperanza Oña, una de las principales afectadas por la nueva ley socialista, calificó la nueva ley de acto de "acoso y derribo, deshonestos e hipócrita". Es más, añadió: "Ustedes no soportan el resultado de las urnas y usan la ley, no para mejorar la sociedad y generar más igualdad, sino en una acción totalitaria para adaptarla a sus caprichos electorales". Por su parte, el PSOE recurrió a una ley gallega de Fraga, aprobada en 1992, que impide que los alcaldes consten incluso en las papeletas electorales. De seguir adelante el PP con sus recursos, lo estarían haciendo de una ley del propio Partido Popular.

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