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Rajoy mantiene la intriga sobre los elegidos para el Congreso y Senado

En el Congreso, Pastor, Fernández y Gallardón se disputan la presidencia. Como portavoz, se apuesta por Pons. García Escudero, fuerte en el Senado.

En el Congreso, Pastor, Fernández y Gallardón se disputan la presidencia. Como portavoz, se apuesta por Pons. García Escudero, fuerte en el Senado.

Los teléfonos ya han sonado. Tras otra semana crucial para el futuro del país -marcada por la cumbre de Marsella, estreno internacional del presidente en ciernes, y el decisivo Consejo Europeo, aún con Rodríguez Zapatero como embajador-, Mariano Rajoy tuvo este fin de semana para cumplir con otro de los más sagrados rituales en el traspaso de poderes: contactar con los elegidos.

Este lunes, ante la Junta Directiva Nacional -el órgano interno del PP más importante entre congresos-, el inminente jefe del Gobierno desvelará las cartas de una parte sustancial de su baraja: los presidentes del Congreso y del Senado, los portavoces de ambas Cámaras y también los componentes de las Mesas. Una fotografía que permitirá elucubrar con más fiabilidad sobre su Consejo de Ministros, ya que hay nombres que sí o sí acabarán estando en la primera fila.

El silencio se ha hecho aún más hermético en las horas previas a esa cita, apuntada en rojo en los calendarios de los líderes populares. Ni el sábado ni el domingo hubo agenda pública para los cargos que dependen de Génova; "nadie ha abierto la boca ni la va a abrir hasta que Rajoy hable", traducía una fuente del partido. Y es que, si de algo está haciendo bandera el jefe del PP, es del férreo manejo de los tiempos y su empecinada estrategia de llevarlo todo al día D en la hora H. "A veces pienso que la gente sabe más que yo", ha comentado, con sorna, en más de una ocasión, en referencia a las quinielas en los medios.

Una afonía oficial que se convierte en susurros ya en los pasillos. Aunque públicamente nadie se salte el guión, a micrófono cerrado los comentarios se multiplican en unos cuadros ansiosos por saber algo sobre su futuro. "Es lógico que el jefe quiera ir a lo importante, a la crisis y a sus reuniones internacionales (...) pero para nosotros esto también es importante, ya que estamos hablando de lo que haremos en menos de un mes", arguyó un alto cargo, en los fastos por el aniversario de la Constitución.

Lo que ocurrirá en el Congreso

Así las cosas, y con el ruido de fondo de los teléfonos sonando, en el PP son mayoría quienes piensan que la batalla de la presidencia de la Cámara Baja se da entre una gallega, Ana Pastor, y un catalán, Jorge Fernández. Para la primera, el puesto casaría como anillo al dedo, pues durante los últimos cuatro años ha sido la dirigente popular más cercana a la tercera institución del Estado. Conoce el reglamento y cumple con el canon de Luisa Fernanda Rudi -en su día en el cargo-: imagen institucional e ideas muy claras.

Fernández Díaz también tiene amigos que le postulan, a lo que sumar que el propio Rajoy dijo que está llamado a ser algo importante. "Si es Díaz y no Pastor, es que Pastor será ministra", sentencian en Génova, donde no son pocas las voces que le vuelven a dar el Ministerio de Sanidad, pero elevado en potencia con otras responsabilidades.

El tercero en el tridente es Alberto Ruiz Gallardón, en ascenso en las últimas porras internas. Su posible incursión como grande del Estado no es nueva. Más al contrario, su nombre siempre ha estado ahí, hasta el punto de que se filtró desde el propio Palacio de Cibeles. Un motivo podría ser que "protegido de una primera legislatura muy complicada, después pueda dar el salto al Gobierno", en voz de un diputado popular, que añadió entre risas que la cosa "quedaría entre amigos" a tenor de la relación que le une con el socialista José Bono.

La portavocía del Grupo Popular tendrá que recaer en alguien "capaz de negociar mucho, pero que sepa reaccionar a problemas como los que pueda ofrecer Amaiur". Y muchos ven en Esteban González Pons a esa persona, si bien sus más allegados -en la sede nacional tiene un batallón de aliados- siguen apostando por una cartera. Sin dejar de lado a Gallardón, otros nombres que suenan son Juan Carlos Aparicio o Jesús Posada.

De igual forma, habrá que ver qué les reserva Rajoy a los miembros del núcleo duro de Soraya Sáenz de Santamaría para entender su encaje en los órganos del Congreso, como por ejemplo la Mesa. Es el caso de Alfonso Alonso, Fátima Báñez y José Luis Ayllón, cinturón de seguridad de la que está llamada a convertirse en vicepresidenta primera.

El Senado, casa de Pío García Escudero

La expectación se diluye a cual azucarillo con respecto al Senado, que parece destinado a convertirse en la casa de Pío García Escudero. Cubiertos con nota sus servicios al frente de la portavocía en la anterior legislatura, en círculos bien informados aseguran que lo que él quiere es ser el sustituto de Javier Rojo al frente de la Presidencia. "Le gusta el Senado y quiere seguir en él". Su incorporación se da casi por descontada, a no ser que Rajoy le tenga guardado un sillón en su Consejo de Ministros, "que en ningún caso sería descabellado porque confía mucho en él y le gusta su forma de trabajar". De producirse, todos apuestan por Fomento.

Si no es García Escudero, los nombres se disparan, repitiéndose el de José Manuel Romay Beccaría, que desde que fue nombrado tesorero ha multiplicado su presencia en actos del PP. Para la portavocía dos posibles nombres: Rosa Vindel y Antolín Sanz, mano derecha del que fuera portavoz.

Primeras cartas de una baraja que quedará, al completo, puesta boca arriba una vez Rajoy jure su cargo ante el Rey don Juan Carlos, el próximo día veintiuno. Antes, el diecinueve, anunciará la estructura de su gabinete, en una administración calculadísima de la información. Lo único que el presidente in pectore quiso dejar claro es que será "razonablemente previsible" con los nombramientos.

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