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Soraya controlará desde Moncloa al Grupo Popular del Congreso

El núcleo duro de Sáenz de Santamaría dirigirá el Grupo Popular. Rajoy le da plenos poderes para facilitar su trabajo desde la Moncloa.

El núcleo duro de Sáenz de Santamaría dirigirá el Grupo Popular. Rajoy le da plenos poderes para facilitar su trabajo desde la Moncloa.

El palacio de la Carrera de San Jerónimo seguirá siendo el hogar de Soraya Sáenz de Santamaría. Fue en su hemiciclo, en sus pasillos, en las salas en las que se desarrollan comisiones y reuniones, donde se hizo grande de la clase política en la última legislatura. Y eso que no lo tuvo fácil, revuelta interna incluida en los inicios, cuando el liderazgo de Mariano Rajoy estaba en tela de juicio.

Pero, pasadas las semanas, se confirmó la percepción de que era ella quien ganaba los rifirrafes con los vicepresidentes del Gobierno en cada sesión de control. Primero, ante una María Teresa Fernández de la Vega a la que sacaba de quicio y, después, con Alfredo Pérez Rubalcaba como contrincante.

Su oratoria y su capacidad de aunar a su equipo pese a las dificultades le hicieron controlar el redil parlamentario, y ya se hizo imprescindible para el futuro presidente del Gobierno, cuya confianza en Sáenz de Santamaría es indiscutible. Tanto, que forma parte de su círculo de confianza de siempre, en contraposición a muchos dirigentes de su entorno.

Tras la abultada mayoría absoluta, Rajoy le encargó -pocas semanas después de dar a luz- el arduo trabajo de pilotar el traspaso de poderes; de sentarse con el Gobierno saliente y obligarle a que facilitara toda la documentación de los cajones. De igual manera, fue quien se sentó con los portavoces de los diferentes grupos para entablar la primera toma de contacto ante la nueva legislatura.

Por todo ello, Sáenz de Santamaría es la única fija al cien por cien en el nuevo Ejecutivo. Nadie lo pone en duda, entre otras cosas porque "ya ejerce" como vicepresidenta por orden directa del presidente del PP. Pero, además, Rajoy le ha dejado que ejerza de facto el liderazgo del Grupo Popular, del que fue portavoz hasta hace dos días.

La composición de la dirección del PP en el Congreso de los Diputados así lo pone de manifiesto, con su núcleo duro en los dos puestos de mayor importancia: la portavocía y la secretaría general, que recaen en Alfonso Alonso y José Luis Ayllón, respectivamente.

Ayllón ya fue su número dos en la etapa anterior, y todas las fuentes consultadas le sitúan junto a ella en la Moncloa, desde donde la vicepresidenta tendrá comunicación directa con las Cortes, en las que se debatirán todas las medidas del nuevo gabinete de Gobierno. Y de ahí "la importancia de una buena relación, de un trabajo común fuera de todo tipo de malos rollos", esgrime, de forma coloquial, un miembro del equipo Soraya.

Otros tantos diputados amigos cierran la dirección del grupo: Leopoldo Barreda -también del PP vasco, cuyo poder se agiganta-, Marta Torrado, Mercedes Fernández, Ramón Aguirre, Rafael Hernando, Teófilo de Luis y Matilde Asián. No se descartan movimientos una vez el Gobierno esté en marcha, como ocurre con Fátima Báñez, también íntima de Sáenz de Santamaría, que mantiene la portavocía económica.

Estos nombres fueron desvelados en una brevísima reunión del grupo, previa a la formación de las Cortes, a la que también asistió Rajoy. En ella, y a puerta cerrada, el presidente en ciernes insistió en la necesidad de que los cargos populares expliquen a los ciudadanos el paquete de medidas de su Gobierno, y que en Génova auguran que provocará un intenso debate. De igual manera, les reclamó ejemplaridad y mucho "diálogo" con el resto de formaciones.

La petitoria de moderación y parlamento con todos está siendo una de las claves en el discurso de Rajoy, que también cala en sus nombramientos, casando tanto con Jesús Posada, presidente del Congreso, como Pío García Escudero, del Senado.

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