En 2012 se celebra la otra gran batalla electoral. Será en Andalucía, último reducto del socialismo, tras el terremoto electoral del pasado veinte de mayo, en el que cayeron el resto de feudos del partido. Pero, en voz de un alto cargo del PP, “la cuenta atrás también ha comenzado” para José Antonio Griñán.
Javier Arenas se muestra convencido de que puede conseguirlo, de que puede alcanzar la mayoría absoluta. Sólo así podrá hacerse con el Gobierno de la Junta, habida cuenta de que Izquierda Unida (la otra fuerza política en liza, a la espera de los posibles resultados de Unión Progreso y Democracia) ya ha advertido que nunca apoyará a los populares. Las encuestas con las que trabaja le permiten ser optimista.
Según pudo saber este diario, los estudios demoscópicos del PP le dan una mayoría suficiente para tomar las riendas del poder. A pesar de que Griñán decidiera separar las elecciones regionales de las nacionales para evitar caer con Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque agiten el fantasma de los recortes sociales, Arenas se muestra convencido de las ganas de cambio.
La principal contienda se vivirá en Sevilla, donde los sondeos auguran un empate técnico entre populares y socialistas. Mismo escenario que en el 20-N, con un reparto de ocho diputados para cada formación. En el PP destacan, no obstante, que esto supuso “dar la vuelta a la tortilla” en una provincia “de tradicional corazón” del PSOE. En otras provincias, como Almería o Málaga, el pico a favor de los populares se dispara.
En el PP andaluz aseguran que las encuestas de las que disponen dan una horquilla parlamentaria muy similar a la extrapolación de los resultados nacionales. Así las cosas, si los andaluces votasen lo mismo, o muy parecido, el PP obtendría una cómoda mayoría absoluta con 58 escaños, por 43 escaños del PSOE, 6 de IU y dos de UPyD.
La mayoría absoluta está en los 55 escaños, ya que la cámara andaluza se compone de 109 diputados. En la actualidad el PSOE tiene 56 escaños, el PP 47 e IU 6. De confirmarse los resultados, supondría un verdadero descalabro para el PSOE que perdería 13 escaños, 11 de ellos los ganaría el PP y 2 UPyD. IU se quedaría igual, con seis escaños.
En este sentido, el PP echa mano de una encuesta oficial para destaca que un 70% de la población apuesta por un cambio político en la comunidad; de ellos, un 35% declarado votante socialista.
Para atar esta intención de voto, Mariano Rajoy se volcará en Andalucía y seguirá visitándola, a pesar de su nueva condición de presidente del Gobierno. De hecho, ya anunció que el congreso nacional del partido se celebrará en Sevilla, clave para consolidar el éxito electoral. “Tienes el apoyo incondicional de todo el partido porque Andalucía precisa de un cambio político urgente”, sentenció, ante Arenas, en la última Junta Directiva Nacional.