La primera alcaldesa de Madrid ha pronunciado este martes su primer discurso, minutos después de haber sido investida. Ana Botella ha comenzado su alocución agradeciendo a todos los votantes del PP que confiaran en su formación en las pasadas elecciones, y dijo que "a partir de hoy deseo continuar el compromiso con los madrileños" que contrajo al anterior alcalde, para quien tuvo cariñosas palabras.
La popular no desaprovechó la oportunidad para dirigirse de manera velada a sus críticos, que le niegan la legitimidad de ser alcaldesa por no haber salido de las urnas. Botella se reivindicó a sí misma "como representante de la mayoría de los votantes de la ciudad". Además, prometió ejercer su cargo con responsabilidad "siguiendo el ejemplo de mi marido", dijo, mientras comenzaba a temblarle la voz. "Es para mí una referencia personal y en el servicio a España" aseguró, al borde del llanto. Desde el palco, José María Aznar aplaudió a su mujer, dándole tiempo para recomponerse mientras su grupo estallaba en aplausos.
La esposa del expresidente del Gobierno elogió al alcalde saliente, Alberto Ruiz Gallardón. La nueva alcaldesa calificó al nuevo ministro de Justicia como "un hombre que piensa en grande, y esa ambición ha sido el motor que ha transformado nuestra ciudad convirtiéndola en una de las más atractivas del mundo".
Botella recordó que lleva "35 años en esto" y que comenzó como "funcionaria de carrera" y ahora va a ser "la primera alcaldesa de la ciudad de Madrid, y asumo el grupo mayoritario". "A partir de hoy deseo continuar el compromiso adquirido por el PP con los madrileños" sentenció, "se mantiene intacto el contrato que el PP ofreció".
La nueva alcaldesa dijo que sus objetivos están "definidos en el programa" con el que se presentó el PP a la alcaldía de Madrid, y dijo que entre ellos destaca "el esfuerzo de Madrid para ser sede olímpica". "Un compromiso que renovamos con vistas a los Juegos de 2020", agregó.
Además, en su discurso hizo algo inusual: anunció que la supresión de trámites burocráticos para impulsar negocios y prometió que la máxima de su gobierno sería la austeridad.