Con una hacienda pública "quebrada" y cinco millones de personas en el paro, el Partido Popular se lanzó este domingo a defender el duro plan de ajuste del Gobierno, incluida la polémica subida de impuestos. Fueron María Dolores de Cospedal y Javier Arenas los encargados de poner letra a la música oficial, mientras Mariano Rajoy sigue sin agenda pública.
Portavoces autorizados y con solera para hacer pedagogía e intentar explicar un plan reformista con un apartado, el de la subida de impuestos, que no incluía su programa electoral y que la mayoría de ciudadanos rechaza, según una encuesta de El País. Pese a ello, tanto Cospedal como Arenas apelaron a la ayuda de todos, a los sacrificios comunes, para sacar al país adelante. Sólo dos gremios se libran: pensionistas y parados, a los que el Ejecutivo se compromete a cuidar.
Partiendo de esta base, toca arrimar el hombro y "quienes más tienen van a hacer un esfuerzo superior a los que tienen menos", en palabras de la secretaria general del partido. O traducido: "Se suben más los impuestos a aquellos que más tienen" porque hay que salvaguardar "la posibilidad de una vida digna" a los ciudadanos con rentas inferiores.
Vaya por delante que el PP, y con ello el Gobierno, entiende que "obviamente" a nadie le gusta la subida de impuestos, pero Cospedal sí que cree que "la mayoría entiende" el proyecto tijera del Ejecutivo. "Ajuste y ahorro" ante una situación "peor de la que nos esperábamos", según esgrimió en una entrevista en Onda Cero.
"Entre todos tenemos que hacer un esfuerzo, eso es lo más importante", remató, no sin hablar a las claras de la herencia socialista. Un Gobierno con una "política económica inexistente y a la deriva" que "no respondía a un criterio concreto". Frente a la "falta de credibilidad" de Rodríguez Zapatero, Cospedal mentó los mensajes de "contundencia" enviados al exterior por Rajoy y que, en su opinión, "están siendo muy bien vistos por todos los ámbitos".
En el ataque al anterior Ejecutivo encontró como aliado a Arenas, muy implicado en la necesaria pedagogía habida cuenta de que se la juega en las elecciones andaluzas. Sacando a colación el pastel socialista, el candidato popular afirmó contundente que tanto Pérez Rubalcaba como Chacón son "corresponsables de la gestión de Zapatero" y tienen "responsabilidades" en dos cuestiones concretas: "La España de los cinco millones de parados y una hacienda pública quebrada". "¿Qué hacían ustedes en los Consejos de Ministros?, ¿Qué decían?", les espetó a los dirigentes socialistas, incluyendo en el bote a su rival en las urnas, José Antonio Griñán, al que acusó de "aplaudir" y "hacer" lo mismo que el expresidente.
"Después de treinta años de democracia, vivimos la etapa de mayores desigualdades sociales de nuestra historia. Nunca ha habido tanta, y eso no lo vamos a solventar sin buenos gestores", esgrimió, en un acto junto a Alberto Núñez Feijóo en la localidad sevillana de Mairena de Aljarafe. Dos fueron los objetivos que fijó: "Decir la verdad" y "explicar a los españoles lo que nos estamos encontrando".
Una ilustración de la realidad que aún no ha hecho el presidente, en un fin de semana en el que el Gobierno también ha dado un sonoro portazo a los medios de comunicación, tras un cierre de los mercados preocupante y una prima de riesgo que vuelve a niveles de alarma. Según fuentes de Moncloa, la agenda de Rajoy sigue vacía y su única comparecencia confirmada es la que protagonizará tras la cumbre de Bruselas, que se celebra a finales de mes.
Fuentes gubernamentales confirman que los próximos días volverán a ser "duros" a tenor de la volatilidad de los mercados. Adelantan, además, que en los Consejos de Ministros venideros se volverá a pasar la poda. El único regalo de Reyes llegó con el más prestigioso de los diarios extranjeros, Financial Times, que definió a Rajoy en la "dirección correcta" ante una "verdadera batalla".