El precandidato a la Secretaría General del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba ha pedido este sábado a un "esfuerzo más" a los andaluces para "impedir que la derecha entre en Andalucía y todo sea de la derecha", por lo que ha trasladado su apoyo al secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, de cara a las elecciones autonómicas y ha resaltado la importancia del partido en la región.
Durante su participación en un acto en Almería con la militancia, Rubalcaba ha pedido "un paso más" a los andaluces que permita demostrar a su formación que "en Andalucía hay una salida económica distinta a la que nos plantea la derecha española y europea" que es "más justa", por lo que aboga por centrar esta cuestión durante la celebración del XXXVIII Congreso Federal del PSOE que tendrá lugar en Sevilla del 3 al 5 de febrero.
Arropado por la presidenta del Parlamento de Andalucía, Fuensanta Coves, la consejera para la Igualdad y Bienestar Social andaluza, Micaela Navarro, y la diputada nacional del PSOE Consuelo Rumí, entre otros, Rubalcaba ha pedido a los socialistas andaluces su apoyo para que "después de las elecciones andaluzas poder decir que ha empezado la recuperación" ya que "nos hace falta al socialismo español un triunfo en Andalucía".
El candidato a la Secretaría General del PSOE ha pedido a los militantes que voten al candidato que consideren "mejor y más útil", y que en ningún caso lo hagan "contra nadie".
Ha explicado que su candidatura a liderar el PSOE se debe a que considera que puede ser "útil" en una "situación del partido muy difícil y complicada, de las más complicadas" que ha vivido la formación socialista.
Rubalcaba, quien se ha definido como un "maniático del trabajo", ha dicho sentirse "orgulloso" de su trayectoria política, en la que, según ha recordado, ya fue ministro en el Gobierno de Felipe González.
"He sido portavoz de casi todo, menos de mí mismo: del Gobierno, de la Ejecutiva, en el Parlamento", ha enumerado Rubalcaba, quien ha explicado que su "máxima" siempre ha sido "decir las cosas a la cara y la verdad", aunque ello le haya costado "buenos palos". "Estoy orgulloso de mi pasado y lo defiendo con los aciertos y errores" que se hayan podido cometer, aunque ha asegurado que ha habido "más luces que sombras".
En su intervención en un hotel de la capital almeriense, se ha comprometido, si sale elegido secretario general, a "cambiar la relación de la estructura del partido" con los militantes para favorecer la participación y "escuchar más", porque el partido cuenta con "mecanismos" para que las voces de las bases llegue "arriba del todo".
Respecto a la labor que le toca desempeñar ahora al partido, Rubalcaba ha advertido de que los votantes del PSOE "no permitirían" que se ejerciera una "oposición destructiva" como la del PP, pero ha dicho que ello "no significa comulgar con ruedas de molino".
"Acordar si se puede, discrepar cuando se estén equivocando, y discrepar frontalmente" si el Gobierno de Mariano Rajoy pretende realizar un "ajuste en el estado de bienestar", algo que ha considerado que el Ejecutivo sí va a hacer.
Ha insistido en la necesidad de hacer una buena labor de oposición, donde también "se puede ser útil" y "trabajar contra la crisis", para evitar caer en el "irrelevancia política".
Rubalcaba, quien ha insistido en que las causas de la crisis se encuentran en el "modelo de desregulación" implantado por la derecha, ha apostado por un partido que sea capaz de "representar a la mayoría de la ciudadanía", que sea "intergeneracional" y que "en los grandes temas diga lo mismo en todas partes".
Asimismo, ha dicho que el proyecto socialista necesita "cuanta más gente mejor" y ha advertido de que 200.000 militantes es "muy poco para un partido de masas".
A su juicio, este proyecto debe comenzar por el municipalismo y la cercanía con la gente, y para ello el partido cuenta con casi tres mil alcaldes y 20.000 concejales. El exministro ha resumido su intervención en "más trabajo" porque, según ha dicho, "cuando las cosas están difíciles es cuando hay que echar el resto".