La detención de tres etarras en territorio francés, fuertemente armados, con documentación falsa y con material explosivo, tumba la estrategia cada vez más extendida de que ETA ya no existía. Y más cuando este material ha sido adquirido "recientemente" por parte de la banda.
El pasado 20 de octubre ETA anunciaba el "cese definitivo de la violencia". No informaba sobre su disolución ni sobre la posibilidad de entregar las armas. Pero eso daba igual. Una parte importante de la clase política y mediática se apresuraron a hablar ya del fin de ETA.
Como ejemplo más característico quedaron las lágrimas de importantes dirigentes del PSOE, que en distintos mítines lloraban ostensiblemente por el fin de ETA. De nada sirvieron los avisos de las víctimas. Todo estaba hecho.
Patxi López hablaba de la "victoria en la derrota del terrorismo" mientras que Rubalcaba aseguraba en la SER que "había dormido poco y llorado mucho" tras el comunicado etarra. También Jáuregui optó por este camino y aseguró en un mitin que "se acabó el mirar a cada lado de la calle cuando salimos del portal".
El que entonces todavía era Gobierno de España, y el de la comunidad autónoma vasca, ambos del PSOE, daban por hecho que ETA ya estaba finiquitada, y pronto comenzarían las acciones en contraprestación al comunicado. Tanto es así que el lehandakari ordenó retirar la escolta a sus viceconsejeros.
Pocos días después del texto, distintos sectores del PSOE, y no sólo por parte de Eguiguren, comenzaron a pedir el acercamiento de presos etarras al País Vasco como paso previo a un cambio total en la política penitenciaria. En el fondo se atisbaba la excarcelación y la llegada a España de etarras buscados por la Justicia.
Sin embargo, la realidad se ha acabado imponiendo a la ficción. ETA seguía manteniendo sus estructuras y estaba preparada para volver a atentar. Estas últimas detenciones han puesto de manifiesto que la estrategia de ETA no ha cambiado y han dejado en evidencia el exagerado optimismo de las filas socialistas.
ETA no sólo sigue teniendo sus armas sino que el Ministerio del Interior ha informado, para más inri, que el material para fabricar explosivos incautado a los etarras ha sido adquirido "recientemente". Por lo que su actividad es total. A todo ello hay que sumar las documentaciones y matrículas falsas así como varias identificaciones de la Guardia Civil.