Menú

La teoría de los cuatro golfos

Las irregularidades, ¿no se deberán a un comportamiento del PSOE respecto al aprovisionamiento de dinero procedente del público y de la cosa pública?

La teoría de los "cuatro golfos" fue concebida y expuesta por el famoso politólogo Manuel Chaves cuando se conoció el caso de los ERE y empezaron a salir nombres de ugetistas y socialistas como los churros de una sartén.

Para el célebre pensador, todo lo ocurrido era cosa de tres o cuatro golfos. Podría haber dicho de cien o doscientos golfos, de mil o dos mil golfos, pero no. Dijo tres o cuatro. ¿Por qué? Porque se trataba de confirmar la cuarta ley de la dialéctica materialista heredada de George Politzer: "Transformación de la cantidad en calidad o ley del progreso por saltos" y expresa lo siguiente: "En ciertos grados del cambio cuantitativo se produce repentinamente una conversión cualitativa".

Es muy fácil de entender:

"Tomemos el ejemplo del agua. Partiendo de 0° y haciendo subir la temperatura del agua a 1º, 2º, 3º hasta 98°, el cambio es continuo. Pero ¿puede continuar así indefinidamente? Llegamos hasta 99°, pero a los 100º tenemos un cambio brusco: el agua se transforma en vapor. Si, a la inversa, de 99° descendemos hasta 1º, tendremos de nuevo un cambio continuo, pero no podremos descender así indefinidamente, porque a 0°, el agua se transforma en hielo."

Como se ve, un cambio de cantidad en la temperatura produce un cambio de calidad en la sustancia agua que pasa de agua a vapor o hielo.

Aplicado al caso de los ERE, si Manuel Chaves reconociera que podría haber más de cuatro o cinco golfos, estaría reconociendo que en Andalucía se estaría produciendo un cambio cuantitativo muy importante en la presencia de golfos en la vida pública. Siguiendo la ley de la dialéctica, un cambio cuantitativo ascendente en la cantidad de golfos pertenecientes al PSOE en la sociedad andaluza tal vez podría haber producido un cambio cualitativo en su organización social y política. Y a lo mejor de una incipiente sociedad democrática en los tiempos de la transición se habría pasado a un régimen unipartidista, corrupto sustentado en una tela de araña de poder e influencias.

Como no puede ser, y se encargan todos los días de recordarlo la flamente candidata paleoalmeriense Carmen Chacón y el candidato felipista Rubalcaba, Andalucía es un ejemplo maravilloso de las virtudes del socialismo español y es imposible la existencia del tal régimen corrupto.

El problema son los hechos

Por poner algún ejemplo, el primer caso conocido de irregularidad gravísima, no de los hijos de Manuel Chaves ni de sus hermanos sino de él mismo, fue el caso de la Caja de Ahorros de Jerez, un caso ignorado por todas las fiscalías y que seguramente habrá prescrito judicialmente, que no moralmente.

En la segunda parte de la década de los 80 y revelado en la primera parte de la de los 90, Manuel Chaves pidió un préstamo de 600.000 pesetas a la mencionada Caja, préstamo que no pagó y que finalmente, por orden de sus responsables, fue hecho desaparecer incluso del circuito informático de la entidad para aparecer contablemente como pérdidas. Es decir, no lo pagó, se quedó con el dinero y fueron los impositores los que soportaron el quebranto neto.

Alguien podría decir: cosa de un golfo. Ciertamente, podría parecerlo, pero no. No fue cosa de uno, sino de 32. Fueron Manuel Chaves y casi todos los dirigentes del PSOE gaditano, 32 personas físicas, los que se implicaron en aquella operación. Por cierto, la póliza de préstamo de Chaves fue nº 5211-082-000225-0. Expediente nº 62065. Aparecía como profesor de E.G.B. y su firma no coincidía con la estampada en otra póliza de un préstamo anterior.

No parece que nadie de ninguna Fiscalía quiera hacer nada al respecto a estas alturas pero, para que conste, digamos que aunque los vencimientos finales de los préstamos estaban fijados en 1990, el día 5 de junio de 1985, cinco meses después de la concesión del préstamo, la Caja de Ahorros de Jerez comenzó el proceso de cancelación falseada de 14 de estos préstamos, mediante un adeudo en la cuenta transitoria del Departamento de Inversiones número 8311.596.000003.0. Con fecha 19 de junio, se cargó el total de su importe en la cuenta de Periodificación de Intereses nº 8661.099.000000.9.

El día 18 de octubre del mismo año, cuatro préstamos más fueron cancelados, una vez sumados los recibos pendientes de pago, siendo adeudados en la cuenta contable 8417.596.000000.2. El procedimiento seguido fue cargar su importe global en la cuenta transitoria 8311.596.000000.1 y cargar nuevamente este importe en la cuenta de ingresos financieros nº 7032.596.000000.6, con fecha 25 de octubre de ese año.

Posteriormente, el 4 de diciembre de 1985, y con procedimientos similares, fueron cancelados seis préstamos más. El 22 de enero de 1986, otros siete, y, finalmente, el 14 de enero de 1987, utilizando la cuenta de enlace nº 8510.000.016579.6 se concluyó la última cancelación.

Gracias a estos sofisticados procedimientos, ninguno de los beneficiarios de los préstamos tuvo que hacerse cargo de su correspondiente deuda. Al transferirla a su propia cuenta de resultados, la Caja de Ahorros asumió como pérdida una cantidad de la que el PSOE fue el principal beneficiario. Eliminando su rastro del circuito informático se pretendió la impunidad de la operación.

Muchos de los 32 miembros del PSOE de Cádiz, beneficiarios de los préstamos irregularmente cancelados por la Caja de Ahorros de Jerez en 1985, 86 y 87, ocuparon u ocupan actualmente puestos relevantes, tanto en el PSOE como en entidades provinciales, autonómicas y estatales.

¿Cosa de cuatro o cinco golfos o método sistemático de comportamiento de un partido respecto al aprovisionamiento de dinero procedente del público y de la cosa pública?

Pero es que luego saltaron el caso Guerra, el caso Ollero, el caso de la Expo, el caso de los viajes gratis total, el caso Filesa, el caso Ibercorp, el caso de los Chaves, todos ellos...El caso de los ERE es de antesdeayer. ¿Cuatro golfos?

Cuando ahora José Antonio Griñán y sus acólitos se afanan en presentar el caso de los ERE como el caso de cuatro o cinco golfos relacionados con el ex director general de Empleo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, y aparece oportunamente el golfo del chófer, conviene echar mano de la historia, maestra de la vida, para decidir intelectual y éticamente si lo que ha ocurrido en Andalucía puede ser cosa de cuatro o cinco golfos o puede ser más bien, por la cuarta ley de la dialéctica marxista, un incremento cuantitativo de golfos tal que ha conducido a la construcción y consolidación de un régimen político unipartidista y corrupto que se ha mantenido, precisamente por ello, más de treinta años en el poder.

Temas

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 3 comentarios guardados