La división en el PSOE de Sevilla está consumada y ahora se trata, como sea, de que José Antonio Griñán no haga el ridículo más espantoso en un congreso provincial en el que estaba escrito que él mismo encabezaría una lista única de consenso de delegados al congreso federal del próximo mes de febrero.
La escisión latente expone a Griñán a ser uno de los dos cabezas de lista que podrían presentarse en Sevilla y, por si fuera poco, no tendría todas las garantías de que sea la suya la lista ganadora. Por tanto, el actual secretario general del PSOE andaluz y candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía está en manos del sector que favorece la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba que, capitaneado por José Antonio Viera, contaminado por el caso de los ERE, puede controlar si hay o no escándalo en el congreso. ABC es el único medio que anuncia que habrá una sola lista.
Muchos recuerdan ahora la propuesta de Luis Yáñez, Carmeli Hermosín y otros que solicitaron sin éxito el aplazamiento del congreso federal del mes de febrero para no entorpecer las elecciones andaluzas.
Según el Diario de Sevilla, "el PSOE de Sevilla revienta" a cuatro días del congreso provincial. Para El País, "el PSOE de Sevilla pone en un brete a Griñán a dos meses del 25-M". El caso es que el PSOE de Sevilla, que aporta nada menos que 55 delegados al congreso federal, está más lejos que nunca de la unidad. Dicho más claro aún, si los partidarios de Rubalcaba vinculados a Viera quieren, el ridículo de Griñán está servido.
Susana Díaz, mano derecha de Griñán y partidaria a las claras de la candidatura de Carmen Chacón mantuvo recientemente una reunión con Viera sobre el reparto de delegados, pero su actitud fue considerada por el secretario sevillano como una "injerencia". Curiosamente el equipo de Griñán en la dirección regional ha negado la existencia de esta reunión.
Ayer, la táctica de los griñanistas fue doble. Por una parte, apelaban a la unidad del PSOE pero por el otro, acusaban a Viera de "dinamitar" la mayoría de Sevilla y amenazar el futuro de las elecciones andaluzas. El presidente del PSOE de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, griñanista, expresó claramente su desacuerdo con Viera, al que quiere sustituir al frente del PSOE de Sevilla.
Griñán, de todos modos, no lo tiene claro porque Viera está apoyado ahora por los militantes del grupo de José Caballos, en otro tiempo factótum del socialismo sevillano. Por ello, según el grupo Joly, Villalobos advirtió que "si algún muerto viviente quiere resucitar a expensas de a río revuelto ganancia de pescadores, está muy equivocado".
Por ello, los moderados de una y otra facción aspiran a que los 55 delegados que corresponden a Sevilla que serán elegidos el próximo sábado salgan de una sola lista encabezada por Griñán y no de dos listas enfrentadas, lo que perjudicaría a Griñán dentro del PSOE y desde luego, en las elecciones andaluzas
La división del PSOE sevillano y los ERE
Para El País, la actual situación crítica del PSOE de Sevilla tiene que ver, no sólo con la batalla Chacón-Rubalcaba, sino con el futuro del socialismo andaluz y sevillano tras la presencia del caso de los ERE y las evidentes responsabilidades del equipo dirigente del PSOE en los últimos años.
"Otra de las cuestiones que han podido influir en el distanciamiento entre Viera y la secretaria regional de Organización es el caso del fraude de los ERE. Hasta ahora, Díaz siempre ha defendido la gestión de Viera durante los cuatro años en los que fue consejero de Empleo, periodo en los que tuvo como director general de Trabajo, a Francisco Javier Guerrero, principal imputado del caso. Díaz, según personas de su entorno, "peleó a cuerpo" para que Viera fuera en la lista al Congreso en las pasadas elecciones, pese a que "desde Madrid" no veían con buenos ojos su inclusión. "Hay cada vez más gente en el PSOE que se plantea que Viera debe asumir su responsabilidad política en el caso", aseguran, sobre todo, después de conocerse que Guerrero empleó dinero público a comprar cocaína, según la declaración policial de su exchófer", dice el diario de Prisa.
Sin embargo, nadie duda de que el acto de Chacón en Sevilla, mucho mejor organizado que el de Rubalcaba, fue el detonante del enfado de Viera que afirmó que eso de la "neutralidad activa" era un cuento.