La presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional es un puesto clave en el tribunal encargado de juzgar los delitos de terrorismo en un momento además determinante al haber anunciado ETA el pasado mes de octubre el cese de su actividad armada. Por esta razón, entre otras, los magistrados que pretenden alzarse con esa plaza lo van a tener "difícil".
Los aspirantes son, a priori, los tres magistrados que eligió este miércoles por unanimidad la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): Javier Gómez Bermúdez –actual presidente-, Teresa Palacios y Fernando Grande Marlaska.
Estos tres candidatos consiguieron, con la exposición previa de sus proyectos ante el órgano de gobierno de los jueces, ser preseleccionados para el puesto. Ahora, el siguiente paso es que en el Pleno del día 23 se elija al próximo presidente. Para salir elegido se necesita un mínimo de once votos.
No obstante, antes de la sesión plenaria los vocales podrían proponer para el cargo a alguno de los otros cuatro magistrados que se ‘examinaron’ ayer ante el CGPJ sin salir seleccionados en la mencionada terna.
Según diversas fuentes consultadas por este diario, las quinielas en este momento son "complicadas" porque la elección está "muy reñida".
Por un lado, Gómez Bermúdez –presidente del tribunal que juzgó el 11-M y miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura- cuenta con el apoyo de un amplio sector del Consejo aunque, según las mismas fuentes, no llegaría a agrupar los once votos necesarios ya que actualmente contaría con el visto bueno de ocho o nueve vocales de distintas sensibilidades.
No obstante, el actual presidente de la Sala de lo Penal ya se ha dejado ver este jueves por los despachos de varios miembros del CGPJ tratando de recabar apoyos. No es baladí recordar que aunque Bermúdez puede contar con el aval de un amplio grupo dentro del gobierno de los jueces su actuación en casos como el 11-M o el del chivatazo a ETA provoca que sea rechazado frontalmente por otros de sus miembros. Esto lo coloca como el candidato más polémico para alzarse con el puesto.
Por su parte, el tercio restante de esta 'tarta' estaría repartido a partes iguales entre los magistrados Teresa Palacios –miembros de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional- y Fernando Grande-Marlaska, titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de este órgano. Ambos cuentan con la simpatía del grupo de vocales nombrados a propuesta del PP y también con algunos de los nombrados a propuesta del PSOE, especialmente Grande Marlaska.
En cambio, a favor de Palacios está, junto con su extenso curriculum judicial, la posibilidad de convertirse en la primera mujer que presida la Sala de lo Penal. Ella fue la magistrada encargada, por ejemplo, de la instrucción del ‘caso Gescartera’ o de imputar al presidente, Emilio Botín, en el caso de las cesiones de crédito que más tarde archivó el Tribunal Supremo.
En los próximos días los miembros del grupo conservador del CGPJ tratarán de apoyar en bloque a uno de los tres candidatos. En este supuesto, Gómez Bermúdez que fue nombrado presidente de la Sala gracias a los votos de los vocales conservadores del anterior órgano de gobierno de los jueces pierde ahora posiciones al ser considerado "un hombre de Rubalcaba".