El PNV volvería a ganar las elecciones autonómicas con 22 ó 23 escaños (30,7 por ciento del voto válido), aunque perdería entre siete y ocho de los 30 actuales, mientras Amaiur desplazaría al PSE al tercer puesto en la Cámara vasca al conseguir entre 19 y 22 parlamentarios (24,7 por ciento), según los datos del último Eukobarómetro elaborado por la UPV-EHU.
Los socialistas vascos, que en la actualidad cuentan con 25 de representantes en el legislativo autonómico, perderían nueve asientos y obtendrían 16 (18,3 por ciento), mientras el PP ganaría uno y alcanzaría los 14 (15,4 por ciento). IU podría quedarse sin parlamentario o bien obtener tres (3,1 por ciento) y UPyD desaparecería del Legislativo. La Cámara vasca se simplificaría y su composición pasaría de siete a cuatro o cinco formaciones.
De confirmarse estas cifras, hechas públicas este viernes, PSE y PP se verían imposibilitados para repetir la fórmula que sustenta el actual Gobierno autonómico y PNV podría volver al Ejecutivo "si cuenta con el apoyo o la anuencia de cualquiera de las otras tres fuerzas parlamentarias".
Con estos datos, en caso de confirmarse los resultados más elevados de la horquilla, el Parlamento vasco recuperaría la mayoría nacionalista, perdida con ilegalización de EHAK en septiembre de 2008.
Cuando abandonó la Cámara autonómica, esta marca del entorno proetarra contaba con nueve parlamentarios obtenidos en los comicios de 2005, por lo que regresaría con 10 ó 13 escaños más. Por otra parte, la sensibilidad de izquierda se impondría sobre la "conservadora, más incierta" y las fuerzas autonomistas "quedarían en minoría".
Las estimaciones electorales, realizadas por el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UPV-EHU se han obtenido a raíz de la intención de voto y otros indicadores electorales obtenidos en la oleada de otoño, a raíz de 1.200 entrevistas realizadas en noviembre y diciembre de 2011.
Según las conclusiones del Euskobarómetro, el PNV volvería a ser ganador de los comicios autonómicos en unas hipotéticas elecciones autonómicas, con el 30,7 por ciento de los votos (350.000), que le permitirían lograra 22 ó 23 escaños, frente a los 30 actuales. Nueve de ellos los obtendría en Vizcaya, con un 32,8 por ciento de los sufragios válidos, siete en Guipúzcoa (27,7) y 6 ó 7 en Álava (22,4).
Amaiur estaría en condiciones de disputarle el primer puesto a la formación de Urkullu, al lograr 19 ó 22 escaños (280.000 votos, el 24,7 por ciento), de los cuales 9 ó 10 corresponderían a Guipúzcoa (32,6 del voto válido), 5 ó 6 a Vizcaya (22,6) y 5 ó 6 a Álava (21).
El PSE, con unos 210.000 sufragios (un 18,3 por ciento), entraría en "claro retroceso" y obtendría 16 parlamentarios (frente a los 25 actuales). De esta forma, según el Euskobarómetro, perdería "cualquier posibilidad de formar Gobierno de nuevo". El mejor resultado lo lograría en Álava, territorio en el que disputaría la segunda posición al PNV y a la coalición soberanista, con seis escaños (21,5 por ciento), en Guipúzcoa lograría cinco representantes y un 17,4 por ciento del sufragio y en Vizcaya otros cinco (18,4).
Los populares mejorarían su resultado ligeramente al conseguir 14 representantes y 175.000 votos (15,4 por ciento), uno más que en la anterior cita electoral. Sin embargo, pasaría de la tercera a la cuarta posición. Recuperaría el primer puesto en Álava, con siete escaños y un 25,9 por ciento de los votos, mientras en Guipúzcoa conseguiría tres escaños (10,7) y cuatro en Vizcaya (15,6).
Por su parte, IU, que actualmente cuenta con un único parlamentario, obtendría 35.000 apoyos, un 3,1 por ciento del voto válido y una distribución "muy homogénea" en los tres territorios, con lo que "tendría muy difícil" conseguir representación en el Parlamento vasco.
Finalmente, UPyD, que también dispone en esta legislatura de un representante, lograría un respaldo 20.000 votantes, del 1,8 por ciento y, por tanto, no conseguiría representación en la Cámara.