La expresidenta de Invercaria declaró en el juicio por despido de un directivo que la grabó instándole a que falsificara documentos. Allí, Gómiz reconoció su voz en las cintas, pero negó el significado de sus palabras.
Las grabaciones centraron gran parte del juicio celebrado en el Juzgado de lo Social 2 de Sevilla, que quedó visto para sentencia a fin de dilucidar la demanda interpuesta por su exempleado Cristóbal Cantos, tal y como publica El Mundo.
Cantos solicita la nulidad de su despido al entender que su salida de la empresa fue una represalia por negarse a elaborar informes falsos sobre inversiones que le requirieron en una auditoría de la Cámara de Cuentas andaluza.
En el interrogatorio al que le sometió al abogado del que fue empleado suyo, Gómiz aseguró: "La voz es mía, pero no son mis pensamientos". Según El Mundo, la expresidenta de Invercaria dijo que para no hundirse "más", tan sólo había escuchado "de pasada" los audios. Para Gómiz, los audios están "manipulados".