El desplome electoral del PSOE va hacer que los socialistas pierdan el penúltimo de los gobiernos autonómicos que conservan, al menos esa es la conclusión de un detallado análisis del escenario electoral que, a partir de los datos de las últimas grandes encuestas publicadas y los resultados electorales de mayo y noviembre pasado ha elaborado la firma Campañas Electorales Low Cost, y al que ha tenido acceso Libertad Digital.
Además, el análisis arroja otros aspectos relevantes: la subida ligera que logrará Izquierda Unida pese al descalabro socialista, y el hecho de que UPyD logrará con un alto grado de probabilidad representación parlamentaria en una de las dos provincias grandes andaluzas, Sevilla o Málaga, o incluso en ambas.
El PSOE, lastrado por rechazo a Zapatero... y a Griñán
Según se desprende del análisis detallado de los datos de los últimos sondeos, el rechazo a la gestión tanto de Zapatero como del propio José Antonio Griñán supone una losa que los socialistas no serán capaces de levantar en los próximos comicios.
Así, la valoración negativa de la labor de Zapatero se sitúa en una media en torno al 70%, con picos que alcanzan el 86% en encuestas del pasado mes de julio. Por su parte, el ejecutivo de Griñán cosecha medias de desaprobación que se han mantenido estables en torno al 65%.
Este rechazo, además, ha crecido de forma espectacular en los últimos tiempos en ambos casos: mientras la valoración de gobierno central cayó entre los andaluces 30 puntos desde 2008 a 2011; la de los responsables de la Junta se encuentra con una oposición un 10% mayor que la que tenía hace sólo un año.
Además, las preocupaciones de los electores tampoco hacen esperar que los socialistas logren reconducir la situación: si la primera preocupación de los andaluces es la situación económica y el paro, la segunda es la suma de política y corrupción, con lo que los últimos escándalos de corrupción y especialmente las noticias alrededor de los ERE fraudulentos podrían suponer el último clavo en el ataúd electoral del PSOE.
Además, a pesar de la campaña socialista, sindical y de algunos medios de comunicación contra los "recortes" y las medidas aprobadas por Rajoy, lo cierto es que éstas han contado con el apoyo de algo más del 50% de los electores andaluces, mientras que menos de un 39% se muestran radicalmente en contra (un porcentaje que, además, debería quedar repartido entre, al menos, el PSOE e IU.
Arenas, mejor que Griñán
Otro de los aspectos que lleva a pensar que los populares lograrán una holgada victoria el 25 de marzo es el hecho de que su candidato, Javier Arenas, resulta mejor valorado que José Antonio Griñán en muchos aspectos.
Así, mientras que el socialista sólo es el mejor valorado, y por estrecho margen, en características como "cercanía" o "identificación con los problemas e intereses de Andalucía", el del PP tiene ventajas consistentes en "credibilidad" (11 puntos), "autoridad dentro de su partido" (8 puntos) y "preparación y capacidad para solucionar la crisis" (6 puntos).
Además, a pesar de que el nivel de conocimiento de Griñán entre los votantes ha crecido más de 25 puntos desde que accedió a la presidencia de Andalucía, su valoración ha seguido un camino opuesto y ha bajado, especialmente en el último año y, aunque en este aspecto hay divergencias notables entre las diferentes encuestas, en ningún caso se acerca al aprobado.
Necesidad de un cambio
Sin embargo, el aspecto que más refuerza las posibilidades populares de alzarse con un sonoro triunfo el próximo día 25 es el deseo o la necesidad de cambio que los andaluces muestran en los sondeos, que en los últimos casos ha alcanzado o superado un porcentaje tan elevado como el 70%.
Mientras tanto, la calificación que merece la labor de oposición ejercida por el PP en Andalucía ha mejorado de forma significativa: unos trece puntos en los últimos dieciocho meses.
Cuatro partidos en el parlamento
Otro dato importante del estudio es que el parlamento andaluz tendrá de nuevo cuatro partidos gracias a la irrupción de UPyD, que podría aprovecharse del rechazo que los grandes partidos generan a una parte del electorado: entre un 15% y un 20% de los encuestados señala que ni uno y otro les despiertan confianza.
Además, pese a que el candidato de la formación de Rosa Díez, Martín de la Herrán, logra una bajísima tasa de reconocimiento, se beneficia de la alta popularidad y la elevada valoración que recibe la líder nacional de su partido.
Izquierda Unida, por su parte, logrará un resultado mejor que el obtenido en las pasadas elecciones autonómicas de 2008, pero en la línea de lo sucedido en los comicios celebrados durante el pasado año, tampoco lograría rentabilizar en su favor el descalabro socialista.