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El PP ve a Rubalcaba "echado al monte" por "un puñado" de votos en Andalucía

Gobierno y PP coinciden: el PSOE se ha "echado al monte" por un "puñado de votos" en Andalucía. Aún más, ven en Rubalcaba "otro líder sindical".

Gobierno y Partido Popular se compenetraron este lunes para responder a un PSOE "echado al monte" por un "puñado de votos" en Andalucía. Por un lado, Mariano Rajoy aportaba la fotografía de la jornada reuniéndose con proveedores y ofreciendo nuevas claves de su plan de reformas, como un ajuste del 12% para los ministerios. El ataque se lo dejaba a la nueva jefa de Génova, María Dolores de Cospedal, que retrató a un Alfredo Pérez Rubalcaba "convocante" de la huelga general.

El presidente del Ejecutivo sigue sin ceder a la presión. De hecho, volvió a poner encima de la mesa que los sindicatos verán recortadas sus prestaciones un 20%, tal y como anunció en su discurso de investidura. Tampoco se molesta en mencionar el paro del 29 de marzo siendo su respuesta, una y otra vez -así ocurrió durante todo el fin de semana-, que 2012 será recordado por "el año de las reformas" y que nadie le va a parar en este cometido.

En una estrategia perfectamente planificada, la que sí entró en el ruedo de la disputa política fue una contundente Cospedal, que no se anduvo por las ramas: "Desde el momento en que el señor Pérez Rubacaba le da un plazo al presidente del Gobierno para que haga determinadas cosas antes de que llegue el día de la huelga, se está autoproclamando convocante de la huelga. Desde el momento en que la portavoz parlamentaria en el Congreso es una destacada participante en las manifestaciones del domingo, el PSOE se convierte en protagonista en primera línea".

La dirección nacional del PP, así como varios miembros del Gobierno, considera que al PSOE "solo le queda calentar la calle" y ve en ello una clara "estrategia electoral". Por "un puñado de votos Rubalcaba es capaz de ponerse la careta sindical, de convertirse en otro líder sindical que alienta las protestas", arguyó un alto cargo, en línea con lo dicho públicamente por Cospedal.

La idea está generalizada en los círculos populares: "Todo porque Arenas no gane en Andalucía". Pero, aseguran fuentes de la cúpula del partido, los sondeos internos continúan dando mayoría absoluta en la región, independientemente de lo que diga el CIS. "Y no creo que la estrategia de Rubalcaba nos vaya a restar votos", añaden las citadas fuentes.

La secretaria general del PP cargó con artillería pesada en su comparecencia: el responsable "en gran medida" de los más de cinco millones de desempleados opta ahora "por la vía de las manifestaciones y las movilizaciones en vez de ayudar a la recuperación del país", se quejó. Una línea de actuación, insistió, "que no es la adecuada para un partido serio y que quiere ser alternativa del Gobierno de España".

Los socialistas "están exclusivamente atrincherados", llegó a decir Cospedal, que también tuvo para CCOO y UGT: "España no está para huelgas" ya que "perjudica a la productividad de España y no es buena en estos momentos". En este sentido, volvió a abrir la puerta al debate, a la negociación, pero Gobierno y PP insisten: no se tocarán los pilares de la reforma laboral.

"Es un momento en que todos tenemos que trabajar juntos e ir de la manos. Es un momento en que las fuerzas políticas y sindicales deben trabajar conjuntamente para ayudar a la recuperación económica de España y no poner piedras en el camino que dificulten esa recuperación", apuntaló Cospedal, que lanzó un último órdago a tres -sindicatos mayoritarios y PSOE- por las protestas del 11-M: "No han tenido en cuenta el respeto debido a la dignidad de las víctimas del terrorismo".

Firmeza en el discurso porque el PP quiere dejar claro que lo que toca en estos momentos es "remar todos en la misma dirección", como diría Rajoy. Y ahí está la hemeroteca para apuntalar la idea de que el PSOE "no puede" dar lecciones de nada. Como buena noticia, Cospedal aventuró que "antes de que transcurra un año" se puede producir un "cambio importante" en la situación económica. No se atrevió a más habida cuenta; no se quiere pillar los dedos. Esto no es cuestión "de dos meses", repite con insistencia el presidente.

"La que se nos viene encima es de traca. Tenemos que ser cuidadosos para evitar imágenes como las de Grecia", admite un estratega del partido. Pese a todo, la convicción de que se trabaja en la dirección es un aura que invade a todo cargo del partido. No hay fisuras en el discurso y se muestran convencidos, tanto en el Ejecutivo como en Génova, de que los comicios del 25-M refrendarán su política de acción.

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