Varios piquetes violentos han recorrido esta mañana el centro de Madrid forzando a las muchas tiendas de la zona a echar el cierre, al menos durante el paso de la marea de sindicalistas violentos.
No se trata de grupos demasiado numerosos, pero pese a ello han logrado impedir que el centro de la capital funcione con normalidad, al menos durante algunos lapsos de tiempo: la Gran Vía ha sido cortada en varias ocasiones y, sobre todo, los comercios han tenido que ir abriendo y cerrando según los violentos se encontrasen más o menos cerca.
Además de la intimidación del grupo numeroso y gritón, los sindicalistas no han tenido reparo en insultar, romper cristales, hacer pintadas, pegar decenas de pegatinas por escaparate y, sobre todo, amenazar a los comerciantes que se resistían a bajar momentáneamente el cierre.
Así, en muchas tiendas la entrada se mantenía cerrada mientras en el interior los trabajadores se encontraban en sus puestos de trabajo esperando que, tras el paso de los piquetes, los clientes pudiesen volver con normalidad.
"Nos han roto los esquemas"
Pese al desarrollo de su actividad prácticamente delictiva, los piqueteros se han mostrado muy contrariados por la masiva presencia policial, que ha impedido en no pocas ocasiones que la cosa pasara a mayores.
Su sentimiento lo ha resumido a la perfección una mujer de edad avanzada que gritaba consignas frente a un establecimiento de H&M en la Gran Vía y que protestaba, como han hecho los líderes sindicales, por el despliegue policial, que "no lo hemos visto desde tiempos de Franco".
Lo mejor es que, en su indignación, tan sólo unos segundos después admitía que los planes de los sindicalistas no pasaban por ahí: "Nos han roto los esquemas", admitía.
Invadiendo el McDonald’s
Un momento de especial tensión se ha vivido en el interior de MacDonald’s situado en la esquina de Gran Vía y la calle Montera, que se ha visto invadido por un piquete compuesto por varias decenas de sindicalistas muy agresivos, que han llenado el local ante el estupor de los clientes que se encontraban en su interior.
Los sindicalistas han coreado diversas consignas y han insultado y gritado a los trabajadores que estaban en ese momento desarrollando su labor y atendiendo a sus clientes. Además, han golpeado diversos elementos del mobiliario y arrojado basuras en el interior del establecimiento.
Mientras los dos trabajadores de seguridad del restaurante se encontraban visiblemente superados se han vivido momentos de verdadera tensión hasta que los piqueteros han sido avisados de que llegaba la policía, momento en el que han salido en dirección a otros comercios.
Una de las responsables del establecimiento ha resumido, al salir los huelguistas, el sentir de muchos de los que han presenciado el hecho: "Y estos son los demócratas".
Comerciantes que plantan cara
Algunos comerciantes se han negado a cerrar sus tiendas y han plantado cara a la violencia sindical. Tal ha sido el caso de la propietaria de una tienda en la calle Montera, muy cercana a Sol, que se ha plantado en la puerta de su comercio negándose a cerrar y ha acabado en mitad de la calle discutiendo con los sindicalistas.
En otras ocasiones el asunto ha sido menos dialogante, como en un Pans & Company en el que el piquete ha empezado por tirar al suelo las mesas y sillas de la terraza, luego ha acabado insultando a los trabajadores y discutiendo con una anciana que les afeaba la conducta.
Tampoco ha habido mucho diálogo en una zapatería a la que le han roto una de las puertas de cristal de la entrada o en una tienda de ropa sobre la que se ha arrojado basura. En la puerta de algunas cafeterías se insultaba a los trabajadores, y, por supuesto, todos los escaparates del centro de la ciudad están llenos de pegatinas y no pocos de pintadas.