Medidas que "permiten libertad", frente a economía "subsidiaria y de intervención". José Ramón Bauzá presentó el lunes su plan de equilibrio económico, con un nuevo ajuste de 350 millones de euros. Lo hacía solo minutos antes de remitir a Hacienda los papeles que, a su juicio, confirman sin atisbo de dudas que su Gobierno cumplirá con el objetivo de déficit, situado en el 1,5%, para el presente año. Así se comprometió ante Mariano Rajoy, en la decisiva cumbre de barones autonómicos del pasado catorce de abril: "Cumpliremos, no nos queda otra", afirmó.
Después de anunciar a los ciudadanos que la nueva poda obligará a cerrar hasta dos hospitales, más horas de trabajo para funcionarios, reducción de interinos y el cierre de la televisión regional, el presidente de las Islas Baleares se explica en una columna publicada en este diario. En ella, intenta hacer pedagogía ante unas reformas que sabe que son durísimas y que le pueden traer problemas en la calle. Pero, de igual manera, se muestra convencido de que no hay otra alternativa: "Las medidas son un compromiso con nosotros mismos".
Bauzá plantea desde el inicio que la otra opción era la intervención: "Es un compromiso en defensa del futuro de nuestra comunidad. Un esfuerzo que nos permita a todos seguir sujetando las riendas de nuestro propio futuro". Una situación de crisis "dura y grave" que tiene "mucho que ver con las políticas que los gestores públicos hemos desarrollado en el pasado", en opinión del presidente.
Frente a la herencia recibida y las malas políticas, el líder balear -auténtico valor en alza del PP- se reivindica: "El presente nos reclama un ejercicio de política eficiente basada en la gestión impecable de las administraciones públicas". Lo que conlleva "prescindir de lo superfluo y quedarnos con lo imprescindible". Él fue, de hecho, uno de los primeros en cerrar empresas y entes públicos: "Debemos hacer más con menos y la única fórmula de hacerlo juntos".
El barón autonómico dice ser consciente de que todas las lupas están posadas sobre España y su modelo autonómico. "España ha de ser fuerte y mantener el nuevo rumbo marcados", asegura. Y Baleares "ha pasado a la acción, porque sin acción no hay avance". Más al contrario, Bauzá sentencia: "La pasividad y la falta de determinación y valentía fueron los ingredientes clave que llevaron a nuestra comunidad a la actual situación".
Políticas de austeridad sumadas a otras de impulso y crecimiento son la llave del éxito para el jefe del Gobierno balear, en línea con lo expresado por Rajoy. Pero, yendo un paso más allá, se desquita de quienes acusan a la clase política de ser parte del problema, y llama a dar ejemplo "de cómo salir de la crisis, uniéndose al esfuerzo de tantas personas que la combaten cada día".
"Los políticos estamos para decir la verdad, para ser responsables, para asumir el momento que nos ha tocado vivir y, sobre todo, para hacer buena gestión de los recursos que son de todos", argumenta, consciente de que la sociedad no le va a permitir fallo alguno. Política "no pensando en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones", apostilla.
A ello está su Gobierno, incide. Con medidas muy duras, pero que permitirán salir de la crisis. "La crisis de endeudamiento no admite demoras ni actitudes no comprometidas, sino que precisa aguda reflexión y acción decidida de todos, en defensa del futuro de todos", concluye... a la espera de que Hacienda dé su visto bueno.