El Gobierno asegura que la confianza se gana día a día "con hechos y no con palabras". Y afirma que está cumpliendo con creces todos los requerimientos de la Unión Europea. Tanto en el fondo, con durísimas reformas -más profundas incluso de las previstas inicialmente-, como en las formas, abriendo a dos auditoras extranjeras los balances de todos los bancos nacionales para que comprueben la realidad del sistema financiero.
Ante una prima de riesgo desatada, por tercer día consecutivo por encima de los 500 puntos y batiendo todos los récords de peligrosidad, el gabinete gubernamental respondió trabajando. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, reunió a los Secretarios de Estado y Subsecretarios para preparar el plan de requilibrio de la administración central -para presentar "al dedillo" todas y cada una de las cuentas a la Unión Europea-. El objetivo es dejar bien claro que este Gobierno no manipula las cifras de déficit público, como sí que hizo el anterior Ejecutivo. Por su parte, el presidente, Mariano Rajoy, recibe en Moncloa al alcalde de Barcelona, Javier Trias.
Esto no quita para que cundiera la desazón entre varios integrantes del Ejecutivo ante la sensación de que "estamos haciendo lo que hay que hacer" pero "somos víctimas de un ataque brutal y especulativo, muchas veces con motivaciones políticas", en voz de uno de ellos. Oficialmente, se llamó con insistencia a la calma y se reiteró que los mensajes que a Moncloa llegan de Bruselas y Berlín son de apoyo sin fisuras al plan de acción de Rajoy.
Además del plan de requilibrio, que también pasará por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, fuentes gubernamentales explicaron a este diario que se avanza a pasos de gigantes en la reforma de las administraciones públicas -que, en principio, contará con el respaldo del PSOE y que servirá para eliminar duplicidades-, la del sector energético o la del transporte. De igual forma, se le da especial relevancia a la unidad de mercado, clave -inciden- para reactivar el consumo. "Una agenda completa de salida de la crisis", afirmó un miembro del Gobierno.
En este sentido, en plena tormenta financiera, el presidente se reafirmó en su plan de acción; esos cinco pilares que incluye la necesidad de que el Banco Central Europeo mueva ficha y rebaje la crisis de deuda. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, le hizo de escudera en el Congreso de los Diputados e insistió en que las políticas de austeridad son parejas a las de crecimiento.
Todas las partidas son susceptibles de ser modificadas, insisten en el Gobierno. Esto es, no se descarta adelantar la subida del IVA para conseguir dinero rápido.