Las encuestas para consumo interno del Partido Popular, elaboradas pensando precisamente en un adelanto electoral, dibujan un escenario según el cual el brazo político de ETA rozaría la mayoría en la Cámara de Vitoria. La formación – sea cual sea finalmente el nombre con el que se presente – solo superada por el PNV, que no alcanzaría la mayoría absoluta.
La dirección nacional del PP trabajaba en los días de verano con la hipótesis de un descalabro total por parte del PSOE: los de Patxi López llegarían a perder hasta diez escaños, sin opción alguna de volver a gobernar, salvo favoreciendo un Ejecutivo presidido por Iñigo Urkullu.
Los datos para los populares tampoco son positivos: se mantendrían como están o perderían un representante, motivado, dicen, por los ajustes del Gobierno central. Unión Progreso y Democracia, según estos estudios, perdería su único escaño en el Parlamento vasco.
Todo preparado
Fuentes de la cúpula del partido aseguraron a Libertad Digital que la maquinaria electoral ya está preparada; de hecho, en una reciente reunión del Comité Ejecutivo, el propio Antonio Basagoiti informó a Mariano Rajoy de su teoría de la inminencia de las elecciones. En conversación con este diario, el candidato del PP a lehendakari indicó que su intención es defender un País Vasco dentro de España frente a las formaciones secesionistas, en las que incluye al PSOE.
En mayo, Basagoiti obtuvo el respaldo mayoritario de los suyos para afrontar la presidencia del PP vasco, bajo el plácet de Rajoy; en concreto, fue reelegido por un aplastante 92,5% de los votos -en 2008 obtuvo poco más del 82%.