L D (Agencias) El secretario general de la ONU, Kofi Annan, reiteró ante el Consejo de Seguridad la necesidad de restablecer la soberanía de Irak "tan pronto como sea posible" e iniciar un proceso constitucional liderado por los iraquíes. "Nuestro objetivo colectivo sigue siendo que termine pronto la ocupación militar a través de la formación de un gobierno representativo con reconocimiento internacional", dijo el diplomático ghanés al abrir la sesión del Consejo de Seguridad sobre Irak, a la que asisten representantes de ese país. Annan añadió que "mientras tanto, es vital que los iraquíes puedan ver una agenda clara, con una secuencia específica de acontecimientos que lleven al restablecimiento pleno de su soberanía tan pronto como sea posible".
En términos prácticos, esto significa "que el establecimiento del Consejo de Gobierno debe estar seguido por un proceso constitucional dirigido por y para los iraquíes", explicó el diplomático en una sesión presidida por la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. El secretario general de la ONU, que el pasado viernes envió a los miembros del Consejo de Seguridad el primer informe sobre la situación en Irak que se elabora desde el fin de la guerra, retomó así algunas de las ideas expuestas en el documento. Según dijo, los iraquíes están "ansiosos" de que su país se convierta en "un estado estable, democrático y próspero", pero para lograrlo necesitan el apoyo de los estados vecinos y de toda la región.
Annan recordó que la resolución número 1.483, aprobada el 22 de mayo pasado para levantar las sanciones impuestas durante más de una década a Irak y determinar el papel de la ONU en la reconstrucción, descansa en unos principios que incluyen la necesidad de respetar la independencia de Irak. También incluyen el respeto al "derecho del pueblo iraquí a determinar su propio futuro político", la necesidad de respetar su soberanía territorial y sus recursos naturales y el regreso a su posición como un miembro responsable de la comunidad internacional. Por su parte, según explicó Annan, la ONU continuará desempeñando un papel activo al facilitar y apoyar el proceso político, trabajando con el Consejo de gobierno iraquí y la autoridad de las fuerzas de la Coalición.
"Escaso margen de error"
Por su parte, el representante especial de la ONU para Irak, Sergio Vieira de Mello, subrayó ante el Consejo de Seguridad que hay "razones para el optimismo" en Irak, pero también "escaso margen de error". "La situación sigue siendo frágil. Los iraquíes saben mejor nadie cómo y cuándo proceder en su país, y a qué ritmo" actuar, dijo el representante de la ONU para Irak. Durante la presentación al Consejo del informe sobre la situación en el país, Vieira subrayó la necesidad de establecer "cuanto antes un cronograma claro" para el rápido restablecimiento de la soberanía iraquí. "Es necesario que los iraquíes sean conscientes de que el estado de cosas actual terminará pronto", subrayó el diplomático brasileño.
En su opinión, el establecimiento de una secuencia clara de los acontecimientos ayudará a dar esa seguridad y a estabilizar la situación en el país, donde casi a diario se producen ataques contra las fuerzas ocupantes, mientras que ha habido un aumento de la criminalidad común. Según Vieira de Mello, el nombramiento del Consejo de Gobierno iraquí, integrado por 25 personalidades que representan a las diferentes etnias y corrientes del pueblo iraquí, abre una nueva fase en la que deberán iniciar el proceso constitucional y de elecciones. El Consejo de Gobierno posee "autoridad ejecutiva creíble" y es representativo de las diferentes tendencias en Irak. "Para tener éxito, necesitará el pleno apoyo de la comunidad internacional" y del propio pueblo iraquí, "cuya confianza y respeto tendrá que ganarse día a día", declaró.
Censo y Constitución, pasos clave
Durante su intervención, la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha manifestado su deseo de que la comunidad internacional apoye al Consejo de Gobierno iraquí, que integran representantes de los diferentes grupos religiosos y políticos. En su opinión, el trabajo del Consejo de Seguridad debe centrarse en tres áreas prioritarias: "La mejora de la vida cotidiana de los iraquíes, el conseguir cuanto antes un texto constitucional y que el proceso electoral se celebre cuanto antes y con las mejores garantías". Estos son temas abordados por el secretario general en su informe, en el que subraya la necesidad de establecer un calendario que conduzca al restablecimiento total de la soberanía iraquí. "Hay una necesidad apremiante de establecer una secuencia clara y específica de acontecimientos que lleven al fin de la ocupación militar", dice Annan en su informe.
Por su parte, el representante del Consejo de Gobierno iraquí, Adnan Pachachi, se mostró confiado en que los iraquíes podrán superar las dificultades sin totalitarismo y definió los desafíos para llevar la democracia a su país. En una sesión pública del Consejo de Seguridad de la ONU, Pachachi, que fue ministro de Exteriores antes de que llegara al poder el depuesto presidente Sadam Husein, señaló que su participación en esta reunión, junto con otros dos miembros de ese nuevo organismo, "es considerada por el pueblo iraquí como un reconocimiento claro y expreso de la soberanía de Irak". El representante iraquí, que estaba acompañado del líder del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi, y una de las tres mujeres que forman parte del organismo, Akila al-Hashemi, destacó que la resolución de la ONU que levantó las sanciones impuestas a Irak no fijó "de manera clara y precisa las funciones de la administración interna".
Sin embargo, esa flexibilidad ofrece margen para expandir los poderes del Consejo de gobierno para cumplir su misión. Su primer objetivo, según dijo, será "acortar la duración del período de administración interina" con la elaboración de una Constitución que pueda ser respaldada por la población y la elección de un gobierno democrático. Según dijo, los iraquíes esperan disponer de una Constitución pluralista y democrática, que preserve los derechos humanos básicos, consolide el imperio de la ley, establezca un sistema judicial independiente y garantice una transición pacífica del poder a través de elecciones libres.
En términos prácticos, esto significa "que el establecimiento del Consejo de Gobierno debe estar seguido por un proceso constitucional dirigido por y para los iraquíes", explicó el diplomático en una sesión presidida por la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. El secretario general de la ONU, que el pasado viernes envió a los miembros del Consejo de Seguridad el primer informe sobre la situación en Irak que se elabora desde el fin de la guerra, retomó así algunas de las ideas expuestas en el documento. Según dijo, los iraquíes están "ansiosos" de que su país se convierta en "un estado estable, democrático y próspero", pero para lograrlo necesitan el apoyo de los estados vecinos y de toda la región.
Annan recordó que la resolución número 1.483, aprobada el 22 de mayo pasado para levantar las sanciones impuestas durante más de una década a Irak y determinar el papel de la ONU en la reconstrucción, descansa en unos principios que incluyen la necesidad de respetar la independencia de Irak. También incluyen el respeto al "derecho del pueblo iraquí a determinar su propio futuro político", la necesidad de respetar su soberanía territorial y sus recursos naturales y el regreso a su posición como un miembro responsable de la comunidad internacional. Por su parte, según explicó Annan, la ONU continuará desempeñando un papel activo al facilitar y apoyar el proceso político, trabajando con el Consejo de gobierno iraquí y la autoridad de las fuerzas de la Coalición.
"Escaso margen de error"
Por su parte, el representante especial de la ONU para Irak, Sergio Vieira de Mello, subrayó ante el Consejo de Seguridad que hay "razones para el optimismo" en Irak, pero también "escaso margen de error". "La situación sigue siendo frágil. Los iraquíes saben mejor nadie cómo y cuándo proceder en su país, y a qué ritmo" actuar, dijo el representante de la ONU para Irak. Durante la presentación al Consejo del informe sobre la situación en el país, Vieira subrayó la necesidad de establecer "cuanto antes un cronograma claro" para el rápido restablecimiento de la soberanía iraquí. "Es necesario que los iraquíes sean conscientes de que el estado de cosas actual terminará pronto", subrayó el diplomático brasileño.
En su opinión, el establecimiento de una secuencia clara de los acontecimientos ayudará a dar esa seguridad y a estabilizar la situación en el país, donde casi a diario se producen ataques contra las fuerzas ocupantes, mientras que ha habido un aumento de la criminalidad común. Según Vieira de Mello, el nombramiento del Consejo de Gobierno iraquí, integrado por 25 personalidades que representan a las diferentes etnias y corrientes del pueblo iraquí, abre una nueva fase en la que deberán iniciar el proceso constitucional y de elecciones. El Consejo de Gobierno posee "autoridad ejecutiva creíble" y es representativo de las diferentes tendencias en Irak. "Para tener éxito, necesitará el pleno apoyo de la comunidad internacional" y del propio pueblo iraquí, "cuya confianza y respeto tendrá que ganarse día a día", declaró.
Censo y Constitución, pasos clave
Durante su intervención, la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha manifestado su deseo de que la comunidad internacional apoye al Consejo de Gobierno iraquí, que integran representantes de los diferentes grupos religiosos y políticos. En su opinión, el trabajo del Consejo de Seguridad debe centrarse en tres áreas prioritarias: "La mejora de la vida cotidiana de los iraquíes, el conseguir cuanto antes un texto constitucional y que el proceso electoral se celebre cuanto antes y con las mejores garantías". Estos son temas abordados por el secretario general en su informe, en el que subraya la necesidad de establecer un calendario que conduzca al restablecimiento total de la soberanía iraquí. "Hay una necesidad apremiante de establecer una secuencia clara y específica de acontecimientos que lleven al fin de la ocupación militar", dice Annan en su informe.
Por su parte, el representante del Consejo de Gobierno iraquí, Adnan Pachachi, se mostró confiado en que los iraquíes podrán superar las dificultades sin totalitarismo y definió los desafíos para llevar la democracia a su país. En una sesión pública del Consejo de Seguridad de la ONU, Pachachi, que fue ministro de Exteriores antes de que llegara al poder el depuesto presidente Sadam Husein, señaló que su participación en esta reunión, junto con otros dos miembros de ese nuevo organismo, "es considerada por el pueblo iraquí como un reconocimiento claro y expreso de la soberanía de Irak". El representante iraquí, que estaba acompañado del líder del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi, y una de las tres mujeres que forman parte del organismo, Akila al-Hashemi, destacó que la resolución de la ONU que levantó las sanciones impuestas a Irak no fijó "de manera clara y precisa las funciones de la administración interna".
Sin embargo, esa flexibilidad ofrece margen para expandir los poderes del Consejo de gobierno para cumplir su misión. Su primer objetivo, según dijo, será "acortar la duración del período de administración interina" con la elaboración de una Constitución que pueda ser respaldada por la población y la elección de un gobierno democrático. Según dijo, los iraquíes esperan disponer de una Constitución pluralista y democrática, que preserve los derechos humanos básicos, consolide el imperio de la ley, establezca un sistema judicial independiente y garantice una transición pacífica del poder a través de elecciones libres.