Entró Soraya preguntándole por las dificultades de los españoles ante la situación económica, y utilizó la palabra "descomposición". Al vicepresidente no se le ocurrió comentario más ingenioso que espetarle: "Descomposición es una palabra que no me gusta, y en mi estado de salud, además...". Ni a los suyos les hizo la menor gracia.
La portavoz del PP, con cara de disgusto le respondió: "Señor Rubalcaba, ha pasado usted de musical a escatológico". El vicepresidente la escuchaba con el gesto que le vemos mucho últimamente: mordiéndose el labio inferior en señal de nerviosismo.
Ante los reproches de Soraya Sáenz de Santamaría, que le recordó que ellos solos "con sus manitas" han llevado a España al desastre, y poner de manifiesto que el gobierno está agotado, Rubalcaba le espetó que "los muertos que matáis gozan de buena salud".
Finalmente, Soraya lanzó la estocada: "Le pusieron ahí para explicar lo que hace el Gobierno y va a tener que explicar lo que hizo en el Ministerio del Interior".
Rubalcaba se fue por peteneras y se remontó a Aznar, "que propuso sembrar" España de nucleares "como champiñones" con el apoyo de Rajoy, que ahora ha cambiado de opinión y está "esperando a que el altísimo le ilumine. Lo que les ha preocupado es su partido, el PP y el futuro político de Rajoy. Yo, me, mi, conmigo". No tenía su mejor día, Rubalcaba.