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Gómez gana a la candidata de Zapatero y se enfrentará a Aguirre

Y el caballo ganador perdió. La apuesta era alta, parecía segura y, ahora, el precio a pagar apunta a que será elevado. La candidata de Zapatero, del Gobierno y del aparato de Ferraz ha salido escaldada.

Y el caballo ganador perdió. La apuesta era alta, parecía segura y, ahora, el precio a pagar apunta a que será elevado. La candidata de Zapatero, del Gobierno y del aparato de Ferraz ha salido escaldada.

Su rival, el ex alcalde de Parla, que llevaba pululando por Madrid de manera casi desconocida para la mayoría hasta que plantó cara al presidente del Gobierno, ha ganado las primarias del PSM por el 52% de los votos frente al 48% de Jiménez.

La alta participación – del 81% – no hacía presagiar nada bueno a los tomasistas. En principio estos datos beneficiaban a su contrincante y, tras los primeros recuentos, una euforia contenida embargaba a la candidatura de Trini, que había situado su cuartel general en un céntrico hotel de Madrid.

Mientras, en la sede de los socialistas madrileños todo era caos y confusión. Los periodistas nos hallábamos hacinados en una pequeña sala donde nadie proporcionaba una información clara. Sólo una cosa parecía segura: Tomás Gómez se encontraba allí, pero no como candidato sino en calidad de secretario general del partido.

Poco a poco los datos iban saliendo. Y al filo de las 21.30 horas, con resultados oficiosos, se hacía "oficial" la noticia: Tomás Gómez gana a Trinidad Jiménez (y a Zapatero) las primarias.

Poco después, Gómez hacía su entrada triunfal escoltado por sus más estrechos colaboradores, entre ellos Eduardo Sotillos, su jefe de Comunicación; José Cepeda; su portavoz, Eusebio González; el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana y la portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez.

Una nube de fotógrafos y de cámaras, no se ha visto en otra igual, rodeó al sonriente y pletórico Gómez. Durante su breve intervención el secretario general del PSM no dedicó ni una palabra a Zapatero ni a ningún otro dirigente socialista (después, ya sin micrófonos, confirmó que el presidente le había llamado).

Es más, sus primeras palabras fueron para su contrincante política: "Mis primeras palabras son de afecto y reconocimiento a una mujer, compañera, que es una excelente persona, una excelente socialista y una excelente política: Trinidad Jiménez ha sido una rival formidable, en este proceso de primarias que ha despertado mucha ilusión, muchas esperanzas".

"Trinidad tiene un sitio importante en el PSM"

Y ha añadido: "Trinidad tiene un sitio importante en el PSM y en el proyecto político de esta federación". Pero no ha aclarado si ocupará algún lugar entre sus filas de cara a las elecciones autonómicas de 2011.

Aunque sí quiso transmitir un mensaje de unidad: "Entre todos hemos sembrado la victoria que se producirá el 22 de mayo. Hoy, desde las ocho de la tarde, los socialistas madrileños ya no somos de una opción u otra. Hoy, desde las ocho de la tarde, estamos todos juntos, somos todos un mismo equipo y, desde luego, de cada uno de nosotros se espera lo que vamos a hacer: dar lo mejor de nosotros mismos para alcanzar la victoria el 22 de mayo", ha recalcado Tomás Gómez.

"¡Madrid, entero, es socialista obrero!"

Fuera de la sala, en el segundo piso de la sede en la plaza del Callao, los militantes y simpatizantes no cabían en sí de gozo. Abrían champán, gritaban: "¡Presidente, presidente!" Y consignas más entusiastas: "¡Ista, ista, ista, Madrid es socialista" o "Madrid, entero, es socialista obrero!" También coreaban: "A por ella" y un "Que vote la rubia", en referencia ambos a Esperanza Aguirre.

Más tarde, ante la avalancha de fieles seguidores, Tomás Gómez se daba un baño de masas y se dirigió a los suyos diciendo: "Esto es una bola que crece, una bola imparable que nos llevará a la Puerta del Sol. Os lo habéis ganado, os lo merecéis. Ganaremos porque nos lo merecemos. ¡A por ellos y a ganar!". Y puños en alto, no faltó tampoco la Internacional, entonada en menos de una semana dos veces en Madrid. 

La foto de la aparente unidad

No hubo comparecencia conjunta, pero sí la foto de la "¿unidad?": Trinidad Jiménez hacía su entrada en la sede del PSM pasadas las 22.30 horas para felicitar a su adversario y flamante ganador. A la salida, los seguidores del ex alcalde de Parla la ovacionaban. Sin embargo, esta aparente unidad puede ser realmente eso: sólo apariencia y desembocar en una crisis en el seno del Partido Socialista.

Jiménez era la apuesta de Zapatero, del Gobierno y del núcleo duro de Ferraz. El único apoyo de Gómez dentro del aparato era Leire Pajín, pero incluso ésta mostró un distanciamiento en las últimas semanas. Lo más sonado, sin duda, las amenazas del mísmisimo Rubalcaba al candidato de los socialistas madrileños, bronca confirmada por el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, quien también quiso expresar su apoyo público a la ministra de Sanidad.

Otros pesos pesados partidarios de Trini son el número dos del partido, José Blanco; la secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano; el de Política Municipal, Antonio Hernando o Eduardo Madina.

Gómez ha vencido también la resistencia de su antecesor, Rafael Simancas, y sus partidarios, y de más de la mitad del grupo socialista en la Asamblea de Madrid. Cuando el candidato haga las próximas listas se verá qué heridas se pueden cerrar y cuáles no. Con el aval de las urnas, incluso sus detractores reconocen que Gómez debe tener las manos más libres para confeccionar las listas a su gusto.

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