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Aguirre reclama “valentía moral” al PSM y Simancas rectifica y ahora apoya el Estatuto

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, apeló este jueves a la "valentía moral" del Partido Socialista de Madrid (PSM) para que se pronuncie en "contra" del proyecto de reforma del Estatuto catalán. Aguirre se mostró convencida de que, si lo hiciera, el presidente Zapatero se "lo pensaría dos veces antes de seguir con el proceso". Sin embargo, Simancas, en contra de lo manifestado en otras ocasiones, no sólo no criticó el Estatuto sino que incluso instó al PP a dar satisfacción a "las expectativas de la sociedad catalana, que son legítimas".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, apeló este jueves a la "valentía moral" del Partido Socialista de Madrid (PSM) para que se pronuncie en "contra" del proyecto de reforma del Estatuto catalán. Aguirre se mostró convencida de que, si lo hiciera, el presidente Zapatero se "lo pensaría dos veces antes de seguir con el proceso". Sin embargo, Simancas, en contra de lo manifestado en otras ocasiones, no sólo no criticó el Estatuto sino que incluso instó al PP a dar satisfacción a "las expectativas de la sociedad catalana, que son legítimas".
L D (Agencias) La Asamblea de Madrid celebró un debate monográfico, a iniciativa del PP, sobre la "ruptura del consenso constitucional en España".

Aguirre dijo que "estoy convencida de que si el presidente del Gobierno, que se ha plegado hasta ahora a las exigencias de la sección catalana de su partido, escuchara una palabra valiente de los socialistas madrileños que no aceptan la ruptura de la soberanía nacional, se lo pensaría dos veces antes de seguir este proceso de irresponsabilidad en el que ha metido a todos los españoles".

En su intervención, la presidenta subrayó que le produce una "enorme tristeza" tener que defender el consenso constitucional, porque ello supone que está "amenazado", criticó que los socialistas de Madrid no tengan la "valentía moral para defender públicamente en esta Asamblea lo que han defendido muchas veces de palabra y por escrito en otros foros" acerca del texto catalán.

La presidenta insistió en hacer un "llamamiento de unidad" tanto al PSM como a IU de Madrid para evitar que España "acabe siendo un país desdichado", y se mostró segura de que "muchos millones de votantes" socialistas y de IU "nunca van a entender que sus partidos se pongan a la cabeza de las reivindicaciones nacionalistas, herederas directas de las ideologías más reaccionarias de los dos últimos siglos". Durante su discurso, Aguirre dijo que el consenso constitucional está "roto o gravemente amenazado" por culpa de la "irresponsabilidad" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que se refirió como un "rehén de un pequeño partido independentista y republicano" porque es el "precio que tiene que pagar para mantener su cargo".

Tras dibujar la historia del pacto político que culminó en la aprobación de la Constitución Española de 1978, aseguró que ella y su partido "nunca" se opondrán a "estudiar o tramitar una propuesta de reforma constitucional que se presente abierta y limpiamente", pero hizo hincapié en que "no se puede hacer una modificación constitucional bajo la apariencia de una simple reforma estatutaria". Según dijo, el texto aprobado por el Parlamento catalán "más bien parece una Constitución para Cataluña como Estado independiente", y sostuvo que el legislativo catalán "no tiene competencias" para "romper la soberanía nacional".

A modo de ejemplos, equiparó la propuesta de Cataluña con una hipotética decisión adoptada por unanimidad en el Ayuntamiento de Navalcarnero que estableciera que este municipio abandona la Unión Europea, y con una declaración del Parlamento madrileño que proclamase que Madrid es una nación.
 
Simancas y “las legítimas aspiraciones de la sociedad catalana”
 
Rafael Simancas, por su parte, dijo que la presidenta autonómica, Esperanza Aguirre, y el Gobierno que ésta encabeza "comportan más riesgos para algunos derechos constitucionales" en la región madrileña, como los de educación, vivienda, sanidad "e incluso" la libertad de expresión, que "cien estatutos de Cataluña y que cien Carods Rovira".
 
El líder de la oposición reprochó a Aguirre y al partido de ésta que hayan "jugado a dividir Cataluña con Madrid y con el resto de España" y les instó a dar satisfacción a "las expectativas de la sociedad catalana, que son legítimas". "Démosles razón y apoyo siempre que se cumplan los principios de cohesión, unidad e igualdad de todos los españoles", dijo. Simancas acusó a Aguirre de "degradar" y "manipular" la Asamblea regional para albergar "un debate equivocado de lugar y de tiempo", advirtiendo en este sentido que a una institución parlamentaria autonómica no le compete "enmendar la plana a las Cortes Generales a la hora de cumplir con sus funciones constitucionales".
 
Así, opinó que lo que en realidad pretende la presidenta regional es "evitar debatir sobre temas que de verdad interesan a la ciudadanía", como las listas de espera, la vivienda o la sanidad pública, y "desgastar" Gobierno de la Nación, y se preguntó si el próximo Pleno monográfico que propondrá el PP versará sobre "las perspectivas de la poligamia y zoofilia o sobre la vigencia del Carlismo". El portavoz parlamentario socialista consideró que si el PP desea mejorar el texto de reforma del Estatuto catalán debe presentar sus enmiendas en el Congreso de los Diputados, "y lo demás es enredar", recalcó Simancas, quien acusó al PP de tener una "actitud alarmista" y a Aguirre, de presidir no un gobierno, sino "un pelotón de asalto al Ejecutivo de España, y ni en eso es usted eficaz".
 
Por su parte, Aguirre, también presidenta del PP de Madrid, se preguntó en sus turnos de réplica a Simancas sobre cómo éste "iba a cuadrar el círculo", manteniendo "lo dicho, escrito y defendido" sobre sus críticas a los nacionalismos y la defensa de la Constitución y, al mismo tiempo, "tener que defender al secretario general de su partido y al presidente del Gobierno, que se ha puesto a la cabeza de la procesión de nacionalistas más radicales del brazo de Carod Rovira".
 
En este contexto, instó al diputado socialista a "ser valiente de una vez y decir lo que piensa" de la propuesta de reforma estatutaria catalana, así como a "encabezar fuera y dentro de su partido una contestación política a Carod Rovira, que es insaciable y no va a parar hasta conseguir la separación de España". "El único líder que puede hacerlo es usted", dijo Aguirre, quien consideró que "en cambio, lo que va a hacer es decir digo donde dijo diego" aun cuando "las hemerotecas son implacables".
 
Sobre este particular, Simancas se mostró en desacuerdo con que Cataluña se califique como nación en el estatuto y defina a España "como una nación de naciones o estado plurinacional", argumentando que "hay una nación, que es España, que se articula territorialmente en nacionalidades y regiones, como establece la Constitución y defiende mi partido". "Ahora bien, entre reformar el texto adecuando aquella fórmula al artículo 2 de la Constitución y dar un portazo al 90 por ciento del los catalanes, apuesto por la primera opción", matizó el socialista, quien se opuso además a que este debate derive en un "boicot a los productos catalanes" y se aproveche para "proclamar la ruptura de España y el fin de la raza ibérica".

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