El ex presidente Joan Laporta y el entrenador del Barça, Josep Guardiola, han sido recibidos al grito de "president, president" por los ciudadanos concentrados en el monumento de Rafael de Casanova con motivo de la ofrenda floral por la Diada.
Los concentrados, cerca de un millar, han abucheado a la práctica totalidad de partidos. Únicamente Unión Democrática (UDC), encabezado por Duran, y los nuevos partidos independentistas catalanes -Solidaritat, de Laporta, y Reagrupament, de Joan Carretero- han recibido aplausos de los asistentes, que este año han sido alejados cien metros de la estatua.
Con diferencia, la formación de Laporta es la que más simpatías ha despertado entre el millar de personas, la mayoría de independentistas, que esperaban la llegada de las comitivas de instituciones y partidos.
Carretero por su parte ha sido el único que se ha acercado a saludar a los ciudadanos, que le han contestado con un tibio aplauso y sin abucheos.
Unión Democrática se ha convertido en el único partido con representación en el Parlamento catalán que ha recibido aplausos, aunque mezclados con algunos silbidos. El resto de partidos han recibido un alud de abucheos e insultos.
Insultos a Montilla
Los políticos más abucheados han vuelto a ser el presidente José Montilla, y el consejero de Interior, Joan Saura. Ambos han sido fuertemente increpados a su llegada con insultos y peticiones de dimisión.
Las delegaciones del tripartito han sido acusados de "vendidos, españolistas y botiflers". Los miembros de ERC, encabezados por Joan Puigcercós, han sido tildados de "cobardes" por acercarse al monumento de Casanovas emboscados detrás de una asociación cultural.
CDC, encabezado por Mas y que prácticamente no llevaba distinciones del partido -llevaba decenas de banderas catalanas-, tampoco se ha librado de los abucheos y en contraposición a Unió no han recibido un solo aplauso.
Guardiola triunfa
Al margen de los políticos, los aplausos más entregados han sido para el Barcelona, encabezados por el presidente, Sandro Rosell, el entrenador, Josep Guardiola, y el capitán del equipo, Carles Puyol.
Guardiola se ha ido del acto abrumado por los gritos de "eres el único que vale" y "president, president".
Òmnium Cultural y los representantes pro selecciones catalanas han sido también bien recibidos, así como el resto de entidades culturales y deportivas.
UGT y CCOO, que llevaban pancartas animando a ir a la huelga general, han tenido un recibimiento frío entre algunos silbidos y la indiferencia general.
Cordón policial
Los ciudadanos que han acudido al acto han mostrado su enfado por la decisión de los organizadores de alejarlos cien metros del monumento de Casanovas, al grito de "somos el pueblo, nosotros votamos".
La distancia ha hecho que los abucheos se produjeran en el momento de la llegada y no durante la ofrenda.
Con todo, la afluencia de ciudadanos ha sido menor este año que en anteriores y la mayoría de personas que han increpado a los políticos eran jóvenes y ancianos.
Los asistentes, que han gritado "independencia, independencia" y "somos una nación, nosotros decidimos", tan solo portaban dos senyeras y ninguna pancarta pro soberanista.
Los carteles versaban sobre la prohibición de los toros, la custodia compartida de los hijos en caso de divorcio, la derogación de la ley contra la violencia de género y el rechazo a la corrupción política.