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Bárcenas monta en Génova su propia estrategia de defensa y comunicación

El Mundo revela que la situación en el PP en torno a Bárcenas es ya casi insostenible. El tesorero se ha "enrocado" en su cargo y maneja su estrategia gracias a que dispone de abogado y de jefe de prensa. Un artículo de Raúl del Pozo que pudo tenerle como fuente desató las iras de la dirección.

En una información firmada por Carmen Remírez de Ganuza en El Mundo, se confirma la situación de malestar y tensión entre la cúpula del PP y el tesorero Luis Bárcenas que tanto se esfuerzan en ocultar los máximos dirigentes del partido de puertas para fuera. Bárcenas, que sigue disfrutando en público, por el momento, del respaldo del PP hasta que se pronuncie el Supremo, se habría enrocado en su puesto y no estaría en absoluto dispuesto a dimitir, con le piden en la sede parte de sus compañeros.

Según El Mundo, la situación ha llegado al punto de que Bárcenas habría montado su propia estrategia de defensa y comunicación. Bárcenas disfruta de abogado propio, Miguel Bajo, y de jefe de prensa, Elías Ramos, y junto a ellos habría "plantado cara" a la dirección del partido. Incluso habrían iniciado contactos con creadores de opinión y Remírez de Ganuza apunta como ejemplo a la columna del pasado martes de Raúl del Pozo, titulada "Garganta de seda".

El veterano periodista se hacía eco de declaraciones desde el interior de Génova y ponía en boca de Bárcenas frases como "Si hay cojones, que me cesen". Su fuente, además, tachaba a María Dolores de Cospedal de "retrasada mental" y la acusaba de no controlar al partido en provincias. Al parecer, el artículo cayó como una bomba en Génova y suscitó un enorme enfado en la dirección del partido. Muchos miembros del PP interpretaron que la "garganta de seda" de la que hablaba Raúl del Pozo era el propio Bárcenas.

Por otra parte, el tesorero, en su afán de tener su propia estrategia, tiene diseñada ya hasta una hoja de ruta en la que no está incluida la posibilidad de dimitir. Piensa defender hasta el final su presunción de inocencia y opina que si al final es acusado de algo será por un delito fiscal. Además, habría recordado "en círculos privados" que él ha sido gerente de todos los presidentes y secretarios generales del PP y conoce, como explica la periodista, "cuanto merece o no saberse". Y como colofón a esta amenaza, habría también advertido que, llegado el caso, estaría dispuesto a dejar la tesorería pero no el Senado.

Al parecer, esta misma semana Mariano Rajoy se habría reunido con él pero no aprovechó la ocasión para pedirle directamente que se fuera. Según El Mundo , el presidente del PP observa "atónito" el espectáculo y está cada vez más incómodo, cuentan las fuentes del diario, con su tesorero.

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