L D (Agencias) Carod-Rovira participó, en el día de su cumpleaños y en su último acto como secretario general, en un mitin en apoyo de la candidatura de Ernest Benach y Rafael Niubó a la dirección del partido, por la que competirán en el congreso de junio con la encabezada por Joan Puigcercós y Joan Ridao. Las otras dos candidaturas en liza son las de los sectores críticos Reagrupament.Cat, con el ex consejero Joan Carretero y la abogada Rut Crandell al frente, y la de Esquerra Independentista, dirigida por Uriel Bertran y Jaume Ranyer.
Carod-Rovira explicó que los militantes independentistas deben elegir entre una formación "responsable, seria", que sólo tendrá futuro con "proyectos constructivos", y una formación "de calçotada, de golpes de volante, que cambia de estrategia cada seis meses, sin cultura de gobierno y con vocación marginal". "Esquerra Republicana –afirmó en otro momento de su discurso– no es una peña gastronómica, es un partido y debe estar en el gobierno".
En su opinión, lo más importante que le ha pasado al independentismo político ha sido estar en el gobierno de la Generalidad y defendió su actuación y logros en el ejecutivo autonómico, donde ERC se integró de la mano de Carod junto al PSC e ICV-EUiA.
Así, advirtió de que "sólo triunfa quien es responsable y no dimite", en clara alusión a Joan Puigcercós, que abandonó el gobierno catalán para dedicarse por completo a la gestión de ERC.
El todavía secretario general dirigió la mayoría de sus críticas a la candidatura de Puigcercós y Ridao, especialmente cuando afirmó que hay una ERC "que gana, con ocho diputados en Madrid y más de 20 en el Parlamento", en alusión a los resultados que el partido obtuvo cuando él encabezo las elecciones al Congreso y al Parlamento.
Frente a esos resultados contrapuso la Esquerra "desorientada y sin credibilidad" de los tres diputados en Madrid, cuya candidatura estuvo presidida por Ridao, "con los que –dijo– no tenemos bastante".
Carod-Rovira explicó que los militantes independentistas deben elegir entre una formación "responsable, seria", que sólo tendrá futuro con "proyectos constructivos", y una formación "de calçotada, de golpes de volante, que cambia de estrategia cada seis meses, sin cultura de gobierno y con vocación marginal". "Esquerra Republicana –afirmó en otro momento de su discurso– no es una peña gastronómica, es un partido y debe estar en el gobierno".
En su opinión, lo más importante que le ha pasado al independentismo político ha sido estar en el gobierno de la Generalidad y defendió su actuación y logros en el ejecutivo autonómico, donde ERC se integró de la mano de Carod junto al PSC e ICV-EUiA.
Así, advirtió de que "sólo triunfa quien es responsable y no dimite", en clara alusión a Joan Puigcercós, que abandonó el gobierno catalán para dedicarse por completo a la gestión de ERC.
El todavía secretario general dirigió la mayoría de sus críticas a la candidatura de Puigcercós y Ridao, especialmente cuando afirmó que hay una ERC "que gana, con ocho diputados en Madrid y más de 20 en el Parlamento", en alusión a los resultados que el partido obtuvo cuando él encabezo las elecciones al Congreso y al Parlamento.
Frente a esos resultados contrapuso la Esquerra "desorientada y sin credibilidad" de los tres diputados en Madrid, cuya candidatura estuvo presidida por Ridao, "con los que –dijo– no tenemos bastante".