Y viva la Pepa y la política de via estrecha, de manera que ponen a una tipa de estas que no tiene ni P idea de lo que se trae entre manos, y ¡ hala !, todo un Ejército a hacer lo que a ella se le antoje, tiene cojones la cosa , y no hay nadie que ponga freno a este desmadre, de todo esto deduzco que con un gobierno así cualquiera sirve para ministro o ministra, que pena de país.
Aquí lo único que hay que cambiar es al desgobierno en su totalidad y a la Legión dejarla como esta, inútil separatista-nazionalista
Desde que te vi venir, dice por la burra viene.
Solamente a un resentido al que España ¿parece? importarle un pimiento, se le ocurre poner nada menos que de ministra de defensa, a una señora que rió las gracias al indeseable rubianes, todos recordamos la "gesta", así como que esta señora se desternillaba de risa y aplaudía a rabiar las " gracias " del miserable, pues si señor esta cosa que tenemos de presidente agarra y la coloca ahí; pero claro se le podía haber dado tremendo revés cuando hubiera ocurrido como dicen un comentario a este artículo, que sobre la mesa de la invicta se hubieran amontonado los bastones de mando de generales y coroneles, así como las papeletas de baja y peticiones de reserva unas y de destino otras, pero... ahí queda eso.
Galubaya:
tengo la impresión de que puede que yo me he expresado mal: la cosa no va contra ud., que quede claro. He pretendido escribir de modo que se pudiera leer entre líneas y todo indica que no soy lo suficientemente hábil con el lenguaje....
En el fomdo, y casi, casi, en la forma, estamos diciendo lo mismo.
Un saludo.
Clochard, me parece que no me he explicado del todo bien.
"De esos polvos vienen estos lodos". Una forma de haber detenido todo este sinsentido habría sido una conducta digna por parte de los cuadros de mando, evitando ser cómplices de todos los desmanes. Si se hubiese producido una cadena de reacciones dignas, honorables ante determinadas medidas, el Ministerio de Defensa se habría dado cuenta de que el Ejercito no esta vencido, que aun le queda dignidad y honor.
Antes de permitir que desaparezca la estatua ecuestre del Generalisimo de la Academia General Militar, dimito. Y el que me suceda, a ver que excusa pone.
Antes de permitir la reforma de la enseñanza, y sin caer en la indisciplina, paso a la reserva, pero no cumplo esa orden...
Creo que ha faltado el ejercicio de muchas virtudes que antes se enseñaban y se ejercían.
Un diez a "Galubaya" ( 14:36)
Pues yo creo que es otra cortina de humo ante el esperpento de despropósitos gubernamentales en todos los ámbitos. Recuerdo que cuando hice la mili llevaba una gorra distinta a las que hay ahora y no pasa nada, tampoco los legionarios como dice Galubaya han llevado siempre la misma , la cuestión es que ya nos tienen hasta los cojones y cojonas con tanta gilipollez y la chispa salta a la minima. Asi que no nos dejemos llevar por donde ellos quieren ya que mientras hablamos de las ocurrencias de la Karma, estos cabron@s pasan de puntillas sobre los verdaderos problemas que tenemos, que son muchos y gordos.
Saludos.
Galubaya: es decir, que todo siga igual ¿no? Me parece que no es eso precisamente lo que Franco, Mola, Sanjurjo, etc... hicieron en su momento, ya que la situación de entonces (a la actual le falta poco para ser idéntica a aquélla, por no decir que ya lo es debido a las actuales connotaciones, medios y distintas formas de desmanes por parte de los actuales delincuentes en el poder) así lo exigía de forma urgente.
Un saludo.
Antes que nada me gustaría decir que la Legión Española está por encima de patillas, camisas abiertas, prendas de cabeza y mascotas. La Legión es una forma de vida, un Credo y es a cristalización de unos valores en el cumplimiento de su deber diario. Por ello la Legión sobrevivirá a los desmanes del político oportunista e ignorante de turno. Por cierto, el primer sombrero legionario no fue el gorro isabelino, sino el chambergo de ala ancha.
He leído la mayor parte de los comentarios que han surgido en relación a la noticia que nos ocupa y en muchos de ellos se muestra perplejidad (aparte de otros términos y opiniones más contundentes) e indignación por la inacción y actitud de los militares.
Me gustaría traer a la memoria parte del discurso del Director de la Academia General Militar de Zaragoza, General D. Francisco Franco, el 14 de junio de 1.931 a los cadetes de la Academia ante el cierre impuesto por el gobierno de la II República y que encierra la piedra angular del valor del Ejercito: La Disciplina.
“¡Disciplina!..., nunca buen definida y comprendida. ¡Disciplina!..., que no encierra mérito cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina!..., que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos. Este es el ejemplo que os ofrecemos”.
Pero también en esta frase esta el secreto de la respuesta.
Desde que el PSOE accedió a poder e inicio su ejercicio de forma demoledora, hemos podido contemplar cómo se practicaba el cerrojazo y el engaño (o la mentira) en los medios de comunicación, como se sancionaba a compañeros por el único delito de poner de manifiesto la función del Ejercito como garante de la unidad de España, hemos aceptado que se nombre como Ministra de Defensa a una personas de marcado carácter antimilitarista y con escaso sentimiento del significado de España, hemos sufrido que se oculten las acciones de combate hurtando el reconocimiento de su valor a nuestros soldados, hemos visto entrar por la puerta de atrás y de tapadillo a nuestros caídos, hemos presenciado la vergonzosa Ley de la Función Militar, la nueva Ley de Enseñanza, el cambio en la Ordenanza de Honores Militares, como se ha mancillado la memoria de nuestros héroes, especialmente en sus acuartelamiento, y un largo etc… Y todo ello ante un meritorio acto de disciplina del Ejército.
Y es aquí donde me dirijo a aquellos que tienen resposabilidades de mando y sobre los que se fijan el resto de subordinados.
La desobediencia o incumplimiento de una orden es un claro acto de indisciplina y como tal es una falta y por ello deberá ser castigada. Pero cuando una orden atenta directamente contra nuestro orden moral, contra nuestros principios, contra nuestra ética o nuestro honor y antes de cometer un acto de indisciplina nos caben otros recursos, como son la petición de cambio de destino, la renuncia del puesto o el pase a la reserva. Es aquí donde la actitud de nuestros militares no ha estado a la altura de los hechos que estamos viviendo; no entiendo como no se han dado estas conductas de hombres de honor, como no se han depositado sobre la mesa de la Ministra de Defensa más bastones de Generales y Coroneles, como no se han producido más renuncias, como se han acatado silenciosa y servilmente órdenes que llenaban de deshonra, de desdoro al Ejercito y a sus componentes; ¿cómo hemos podido ser cómplices por inacción esta acción destructiva? . Por ello, todo lo que pasa y pasará es la lógica consecuencia de no haber sabido cumplir con lo que nos enseñaron, con lo que nos comprometimos a defender y con lo que nuestra conciencia y honor nos demandaba.
Ahora no nos rasguemos las vestiduras y que cada uno aguante la parte de ignominia y vergüenza que le corresponde. Nos lo hemos ganado a pulso.
están buscando liarla por todos los medios, han destrozado este pobre pais y solo les queda la típica salida de todas las dictaduras, liarla!