Los diputados del PP Rafael Merino y Juan Manuel Moreno Bonilla fueron los encargados de volver a traer a colación en sesión de control el escándalo Matsa, referido a la concesión de una millonaria subvención a una empresa en la que trabajaba la hija de Chaves cuando él aún presidía la Junta.
El vicepresidente, en su línea, se ha defendido atacando al PP y declarándose víctima de una campaña contra él. "Han generado una infamia contra mi persona", dijo Chaves, que también apuntó que se compadecía del diputado Merino porque le hayan "encargado el trabajo sucio" de atacarle por ese tema.
Los pocos diputados socialistas presentes en la descafeinada sesión de control de este miércoles respaldaron a Chaves con una cerrada ovación de pie, que quizás incomodó al vicepresidente al recordar otra ocurrida hace unos meses, con la que fue obsequiado Mariano Fernández Bermejo, que acabó abandonando el Gobierno. El diputado Juan Manuel Moreno no perdió la ocasión de recordarlo: "El último ovacionado salió por esa puerta".
Chaves, en su respuesta, se salió por la tangente: "He tenido muchas ovaciones, pero no practique usted el cinismo. Muchos han mentido y no han pedido disculpas", en alusión, de nuevo, a los ataques que ha venido escuchando en el Congreso por el caso Matsa y que hoy ha vuelto a recibir.