L D (EFE) En la sentencia se declara probado que Urrusolo " siguiendo los objetivos marcados por la organización (ETA) en el verano de 1991", se trasladó a Mallorca junto a otra persona para realizar "acciones contra personal militar mediante la colocación de artefactos explosivos". El coche bomba que había preparado el etarra causó un incendio que pudo ser controlado rápidamente, aunque uno de los vecinos del edificio sufrió quemaduras en la mano al tratar de abandonar el mismo.
Prácticamente al mismo tiempo hizo explosión otro artefacto explosivo, también confeccionado con bombonas de butano por Urrusolo, que éste había colocado en la planta baja de un chalé ocupado por cuatro alféreces.
El etarra regresó a la península poco después, dejando abandonado en Palma otro coche alquilado con una bomba en su interior, que no fue descubierto hasta el 31 de octubre de 1991. El tribunal basa su condena, entre otros indicios, en que el DNI utilizado para alquilar los vehículos llevaba una foto de Urrusolo Sistiaga.
La sala considera que los hechos, que fueron juzgados el pasado día 8, son constitutivos de dos delitos de estragos, otros dos de lesiones y uno de tenencia de explosivos.