L D (Agencias) La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que se encuentra de visita oficial en la provincia de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, no quiso entrar a polemizar con ETA-Batasuna cuando fue interrogada en rueda de prensa por las polémica advertencias que había hecho Pernando Barrena.
Recordó que no tiene "por costumbre comentar las declaraciones de otros políticos, menos aún si pertenecen a una formación ilegalizada". Añadió que "no es el momento de las declaraciones, sino de seguir trabajando por la paz", que, a su juicio, es lo que hace el Gobierno.
Barrena advirtió este jueves que el proceso de negociación abierto en el País Vasco puede ser reversible y que se pueden dar falsas imágenes de que no hay vuelta atrás. También criticó que el PSOE les pida un cambio de siglas, lo que según dijo es un fraude de ley. Asimismo, avisó que el fenómeno de la violencia no acabará hasta que finalice el déficit democrático que lo provocó.
Antes que De la Vega había sido el portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, quien había salido al paso de las declaraciones de Barrena. Asegurando que no se va a derogar la Ley de Partidos Políticos y que si los proetarras quieren ser legales "ya saben lo que tienen que hacer".
Garrido recalcó que "para participar en la democracia hay que acatar la Ley". Esto, afirmó, "es lo que dijo el PSE a la izquierda abertzale cuando se reunió con ellos y esa va a ser siempre la posición". "No tiene sentido alimentar más polémicas sobre eso porque las cosas están muy claras", apostilló.