En la sede nacional del PP esperan con nerviosismo la decisión del Tribunal Superior de Valencia de sentar, o no, a Francisco Camps en el banquillo de los acusados por su presunta conexión con la trama Gürtel. Otra parada en el vía crucis personal del presidente valenciano que, a juicio de destacados dirigentes del partido, debería ser “la última”.
El malestar en Génova ha ido en aumento después del “espectáculo” del barón levantino el pasado sábado, cuando acudió a la sede nacional después de más de cinco meses sin hacerlo para participar en la reunión organizada por Mariano Rajoy para fijar postura con sus líderes regionales sobre el tijeretazo del Gobierno. Su calculadísimo paseíllo ante los medios de comunicación y el que fuera el único en hablar de su libro eran todavía hoy centro de críticas.
“Podría haber entrado por el garaje, como después salió, y hablar de elecciones con Rajoy en cualquier conversación previa o posterior que hubieran mantenido”, se queja un miembro de la cúpula, en conversación informal con Libertad Digital. Por cierto que en Génova no se llegan a creer que Camps haya descartado por completo un adelanto electoral, lo que sería una mentira más del barón a su líder.
Sea como fuere, son muchos en el PP los que esperan que dicho escenario no se produzca porque Camps haya abandonado antes sus responsabilidades. Ponen como límite la decisión del TSJ de Valencia. Si el Alto Tribunal decide juzgarle por cohecho pasivo -tras la pertinente investigación-, destacados dirigentes han confirmado a este periódico su intención de conversar con su jefe para mostrarle su preocupación.
“Este hombre no puede seguir, nos va a destrozar, y Rajoy debe de saberlo”, afirmaba un miembro de la Ejecutiva Nacional el pasado viernes, cuando ya se empezaba a construir un sector en el partido proclive a decirle al jefe de la oposición que “el caso Camps le quema electoralmente”.
Preguntada por este extremo en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del PP, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, respondía: “lo que comenten en privado no va a ser objeto de mis comentarios”. Eso sí, dejó bien claro que “vamos a estar a lo que digan los tribunales” y a que “se desarrolle el procedimiento judicial”.
“Comparto con Camps que ningún presidente, ninguna persona de bien ni ninguna persona con responsabilidad política se vende por tres trajes”, continuó, en referencia a las palabras del barón regional en estos mismos términos.
Cabe recordar que si el TSJCV decide sentar a Camps en el banquillo, tras investigarle como así le ordena el Supremo, el PP se queda sin uno de sus principales argumentos para defender la continuidad del presidente: el negar su imputación por cohecho pasivo.