Luis Pizarro (Alcalá de los Gazules, 1947) presentó a Griñán su dimisión como Consejero de Gobernación y Justicia por su desacuerdo en la destitución, por el Consejo de Gobierno de mañana, del delegado de la Junta en Cádiz, Gabriel Almagro, provocando con ello la mayor crisis en el PSOE de Andalucía en 20 años.
Gabriel Almagro, perteneciente al conocido como clan de Alcalá, saltó a los medios en un famoso mitin de las pasadas elecciones europeas en Alcalá del Valle, en que afirmaba en un video que las cosas no se deciden por legalidad o por interés general, sino según interese o no al PSOE. Almagro decía textualmente "Lo que ella no sabe (en referencia a la alcalde de esta localidad, Dolores Caballero, de IU) es que cuando me pide una cosa yo llamo después a Tomás Carnero (portavoz socialista) y le pregunto ¿esto sí o esto no?", de forma que supeditaba la aprobación de proyectos al visto bueno anterior del líder del PSOE de esta localidad de la Sierra.
El Jefe del Clan de Alcalá
Muerto Alfonso Perales, Luis Pizarro hereda la silla de la jefatura – como si de un patriarca se tratara - de lo que en Andalucía se conoce como el Clan de Alcalá, en referencia al pueblo de donde sale toda una generación de políticos para Cádiz y Andalucía. Muchos de ellos ocuparon y ocupan altos cargos y hasta consejerías de la Junta de Andalucía, culminando el proceso con el nombramiento de Bibiana Aído como ministra de Igualdad.
Luis Pizarrono tiene profesión, ni vocacional ni conocida, salvo la política del aparato. Dicen de él que es administrativo, pero en realidad ha sido el "administrador" del poder socialista en toda Andalucía, muy especialmente en la provincia de Cádiz desde la que comenzó su irresistible ascensión. Ocupó durante 14 años el cargo de Secretario de Organización con Manuel Chaves de Secretario General del PSOE de Andalucía y pasó a ocupar la Vicesecretaría General desde el 2.008 al 2.010, conocidos todos estos años como los años de hierro en PSOE en Andalucía. Él, junto a Zarrías, fue el encargado de liquidar el guerrismo en Andalucía, su principal feudo, y se encargó de domesticar las secretarías provinciales para el bueno de Manolo Chaves. Así, no le tembló el pulso a la hora de guillotinar a Pepe Caballos en Sevilla siguiendo las órdenes de la jefatura.
Pizarro apartado de cargos del partido
Griñán, tras la marcha de Chaves a Madrid y su nombramiento a dedo como Presidente de la Junta, en una concesión personal a Chaves, le ofrece a Pizarro la Consejería de Gobernación que él acepta, convirtiéndose, de esta forma, en el número tres del gobierno regional. Pizarro llegó a la Consejería de Gobernación el 24 de abril de 2009, y es respaldado por el propio Griñán tras la remodelación del Gobierno en marzo de 2.010.
La marcha de Chaves a Madrid, en cierta manera, lo dejó huérfano en el aparato regional y se le veía como el hombre y el confidente de Chaves en Andalucía. El último congreso regional de 2.010, en el que Griñán se hizo cargo de la Secretaría General, renovó el equipo y dejó de contar con Pizarro. Esto provocó el plante del Secretario General del PSOE de Cádiz y Presidente de la Diputación, González Cabañas quien renunció a la Secretaría de Política Institucional que le habían ofrecido porque entendía que se había apartado a Luis Pizarro del aparato regional de malas maneras.
Cadíz, una herida abierta.
El PSOE de Cádiz, desde el último congreso extraordinario, marchaba por libre de la ejecutiva regional. Tan es así que el primer objetivo que se marca es la defenestración de la díscola alcaldesa de Jerez de la Frontera, Pilar Sánchez. Pero la alcaldesa de Jerez maniobra en la oscuridad y pide amparo a Griñán quien la refrenda ante la opinión pública como candidata.
La herida en el PSOE se abre más cuando se sabe que Chaves, Pizarro y González Cabañas han mantenido una comida con el arquitecto González Fustegueras para que sea éste el cabeza de lista del PSOE en Jerez. Griñán monta en cólera y maniobra defenestrando personalmente esta opción política y deja ver que hay una profunda disensión en el PSOE de Andalucía. La alcaldesa de Jerez termina imponiendo su propia lista en las agrupaciones, libre de los concejales díscolos de su actual equipo, dejando conscientemente Griñán con este hecho, al equipo provincial a los pies de los caballos.
La defensa del Consejero del fondo de los reptiles.
Pizarro tuvo que salir a defender al anterior Consejero de empleo, Antonio Fernández, un hombre impuesto por la cuota de Cádiz, en relación al fondo de reptiles usados para salvar a empresas en crisis y que asciende a cerca de 700 millones de euros. El escándalo de estos fondos está desgastando, sobre manera, la propia credibilidad de Griñán como Presidente de la Junta de Andalucía de cara a las próximas elecciones.
El asunto, manejado con una escrupulosa responsabilidad por la Juez Mercedes Alaya, ha acabado imputando a Antonio Fernández en la trama, lo que deja en mal lugar la defensa que hizo Pizarro sobre él.
La caída de Pizarro.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía de mañana martes lleva en el orden del día el cese del delegado de la Junta en Cádiz, Gabriel Almagro, nombrado por Pizarro en la provincia por ser uno de sus hombres de confianza y miembro del Clan de Alcalá. Este cese es la ficha que Griñán mueve en Cádiz para arrinconar al clan y de paso a su jefe, Luis Pizarro, que actúa de la única forma que puede: presentando su dimisión como consejero del gobierno de la Junta de Andalucía. Un acto que ha provocado la mayor crisis interna en el PSOE-A en 20 años, precisamente cuando faltan pocas semanas para las elecciones municipales, unas elecciones que muchos afiliados quieren ver un test del gobierno de Griñán de cara a las elecciones autonómicas que se celebrarán dentro de 11 meses.
La caída de Pizarro se interpreta como el fin de los últimos restos del poder de Manuel Chaves en el PSOE de Andalucía.