L D (Europa Press) El mayor éxito del Centro en la etapa en la que el ahora dimisionario ha estado al frente de Contraterrorismo ha sido la detención del etarra Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', el pasado 17 de noviembre, practicada por la Guardia Civil, pero en la que desempeñó un papel fundamental la información facilitada por el espionaje español.
La de Contraterrorismo es una de las cuatro subdirecciones que dependen de la Dirección Técnica de Inteligencia. Esta Dirección, junto a la Operativa y la de Recursos componen el tronco de la estructura del Centro Nacional de Inteligencia.
Esta dimisión se suma a los más de treinta relevos en la cúpula del CNI que se han producido durante el mandato de Saiz, que ya lleva cinco años al frente del Centro. El Gobierno confirmó a Saiz en su puesto a mediados del pasado mes de abril, días antes de que se cumpliera el plazo de cinco años que el Real Decreto que regula el CNI marcaba como fin del mandato del secretario de Estado, aunque su redacción no excluía que un director pudiera repetir en el cargo.
El ya ex subdirector de Contraterrorismo vivió durante su corta etapa en el cargo el relevo de su inmediato superior, Agustín Casinello, director técnico de Inteligencia y tercer miembro del CNI que ocupaba ese destacado puesto desde la llegada de Saiz a la Cuesta de las Perdices en abril de 2004. El primero director de Inteligencia de Saiz duró en el cargo dos años y medio, el segundo, uno y medio, y Casinello apenas estuvo cinco meses como número tres del CNI.
La marcha del subdirector de Contraterrorismo se produjo días antes de que Saiz protagonizase el pasado miércoles la primera comparecencia parlamentaria a puertas abiertas de un director del CNI. Lo hizo a petición propia para explicar las supuestas irregularidades en usos de fondos de la institución denunciadas por el diario El Mundo, pero en su intervención se refirió también a la avalancha de relevos en el CNI. Saiz reconoció "un problema interno", pero lo achacó a que parte del personal está "descomprometido" con su proyecto.
El director del CNI dijo que los cambios han respondido siempre a las "necesidades" que impone el espionaje, con "una maquinaria muy exigente", y nunca por "discrepancias". "Esto es una cuestión de adhesión al proyecto. Insisto, no todo el personal del centro está dispuesto a trabajar con ahínco y con esmero en sus cosas. Esto es un tema que por un sistema de decantación natural finalmente se va a cayendo, solventando", aseguró Saiz sobre los más de treinta relevos en la cúpula del Centro.