De hecho, durante las cacerías también se muestra su personalidad política, durísima e irascible. Algunos de los compañeros que han acompañado a Fernández Bermejo en las cacerías dicen de él que "es un cazador de puntería fina, pero nervioso y loco por disparar. Le tira a todo".
En este sentido, su fama de "gorrón" y de "nervioso" se manifestó en una de sus monterías en Quintos de Mora, finca estatal en la que según el titular de Justicia puede cazar todo el mundo. Allí abatió a cuatro venados.
Y es que el siempre polémico ministro Bermejo tiró piedras contra su propio tejado en marzo de 2008, antes de que se conociese su gran afición. En ese momento, miles de cazadores, cetreros y agricultores se manifestaron por la Castellana en Madrid y el titular de Justicia los calificó como "los de La escopeta nacional, que invitan a grandes fortunas a sus cotos privados y sienten nostalgia del No-Do".
En su afán de polémica el ministro siempre ha destacado por sus frases incendiarias como que "primero luchamos contra los padres, y ahora lucharemos contra los hijos". Todo esto lo dijo a pesar de su infancia acomodada gracias a la posición de su padre, falangista y líder del Movimiento en Arenas de San Pedro, lo que le permitió tener licencia para dos gasolineras.
Según sus compañeros de Facultad, Bermejo entiende que el "Derecho es un medio para hacer política". Incluso no se le conocen demasiados afectos en la profesión debido a su marcado componente ideológico.