En la declaración "Responsabilidad política y espíritu constitucional", la institución que preside Salvador Alemany lamentó el clima de "confusión" y "crispación" que provoca la "extraordinaria" demora de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC).
Consideró que la demora para dictar sentencia "no favorece" el clima de serenidad que la coyuntura económica actual requiere y lamentó que en el proceso, en su opinión, se han sucedido numerosas actuaciones que pueden afectar la percepción de legitimidad e independencia del TC.
Sostuvo que la demora favorece un clima de intranquilidad e inquietud, aunque señaló que resultaría "del todo injusto" atribuir al TC la principal responsabilidad de la situación creada. "El Estatut no es el único conflicto agravado por la situación política española", añadió, y dijo que en una situación de "normalidad institucional" el proceso se habría desarrollado de forma diferente.
"Las fuerzas políticas nunca tendrían que haber permitido que una cuestión del calado histórico que significa el encaje de un viejo pueblo europeo, Cataluña, en el inmediato ámbito político del cual históricamente ha formado parte, España, se sustanciase ante los tribunales como si de un pleito de vecindario se tratara", añadió.
Por tanto, en su opinión, la principal responsabilidad por el planteamiento de la situación actual no corresponde al TC, sino a las fuerzas políticas que fueron "incapaces de consensuar lo que la razón exigía y la prudencia aconsejaba".
"Son estas mismas fuerzas políticas las que todavía estarían a tiempo de evitar que una sentencia contribuya a aumentar un clima de nerviosismo e impotencia que parece impregnar la política española", dijo, y abogó por retirar todos los recursos presentados y reemprender el diálogo institucional. El mensaje, claro, va dirigido al PP.
Si la acción política no se adelanta a la interpretación judicial, pidió al TC que a la hora de dictar sentencia tenga en cuenta "las especiales circunstancias del caso", en una ley aprobada por el Parlamento catalán y las Cortes y ratificada por el pueblo catalán en referéndum.
El Círculo sostuvo que si el TC se ve obligada a dictar sentencia "es presumible que la cuestión de fondo no quede cerrada", sea cual sea su sentido, y que nunca quedará tan demostrada "las diferentes visiones sobre el encaje de las aspiraciones de Catalunya en España".
Dijo que una actitud moderada, atendiendo al espíritu constitucional, recomendaba "avanzar hacia un Estado capaz de incorporar y cohesionar a las diversas comunidades", y esto sólo será posible con un compromiso de las principales fuerzas políticas. Es desde esa perspectiva "plural e integradora" que el Círculo, dicen, interpreta el editorial conjunto de diarios con sede en Barcelona sobre el Estatut y que buscaba presionar al TC ante una inminente sentencia.