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Mandos policiales presionaron en los informes sobre el espionaje a Cobo

Mandos policiales presionaron al comisario que firmó el informe sobre los supuestos seguimientos al vicealcalde de Madrid y mano derecha de Gallardón, Manuel Cobo. El informe se refiere a seguimientos que no quedan se reflejan en los datos cedidos por Telefónica.

Según publica El Mundo, el autor del último informe policial sobre el presunto espionaje político en la Comunidad de Madrid tuvo que soportar presiones de sus mandos. En una información de Luis Ángel Sanz y Fernando Lázaro se revela que dichas autoridades querían que el texto avalara la tesis de que no sólo sí se produjeron seguimientos al vicealcalde Manuel Cobo, sino que los estudios sobre movimientos de los teléfonos de los agentes bajo sospecha siempre habían coincidido con los que, presuntamente, apuntaban esos seguimientos.

No obstante, el comisario de la Brigada de Delincuencia Económica encargado del informe evitó realizar un estudio de parte y elaborar un texto con valoraciones. El comisario quiso emitir un informe científico, sin las coletillas que le exigían las autoridades, y marcar únicamente las coincidencias entre partes y movimientos telefónicos sin mayores consideraciones.

La presión de los mandos policiales fue intensa, explican Luis Ángel Sanz y Fernándo Lázaro en el texto. El comisario fue, de hecho, requerido por los mandos de la Comisaría General de Policía Judicial para que le diera un tinte algo menos científico a sus escritos, a lo que éste se negó. Esas maniobras retrasaron el envío del informe a los juzgados de la plaza de Castilla.  

Y es que, publica El Mundo, el informe estaba finalizado antes de Semana Santa, pero las gestiones de sus superiores le impidieron revisar el texto. Al final, no cambió nada sustancial del escrito, que fue entregado a la juez el día 6 de abril, pese a que no fue trasladado a las partes personadas hasta el día 15.

El comisario, debido a la presión, llegó a amenazar con no firmar el texto para que otro se responsabilizara de él. No obstante, al final su firma permanece y el escrito fue enviado tal y como consideraba que estaba ajustado a criterio profesional de un policía especializado en estudiar movimientos telefónicos.

Finalmente, lo que relata el informe son las coincidencias de los posicionamientos telfefónicos de ocho agentes de la Comunidad de Madrid investigados con los supuestos partes de seguimiento publicados por el diario El País. No refleja, no obstante, las no coincidencias. Éstas se pueden encontrar en los listados de llamadas facilitados por Telefónica y que figuran como anexos. En el caso de Cobo son varias, dice El Mundo.

Ninguna de las llamadas de los presuntos espías les sitúa en Pozuelo de Alarcón, donde vive Manuel Cobo, a pesar de que varios de los anónimos señalan que le están buscando en su casa. Uno de ellos, del 2 de abril de 2008, relata un presunto seguimiento desde su domicilio al Ayuntamiento de Madrid que nunca se realizó. Al menos, los datos ofrecidos por Telefónica certifican que ninguno de los ocho investigados estuvo en los alrededores de la casa de Cobo en el recorrido desde su domicilio a la capital

Otros días, como el 11 de abril, según esta información, en los partes se refleja el dispositivo montado por los agentes y cómo rodean el Ayuntamiento por la mañana y por la tarde. Pero sus teléfonos sólo indican que pasaron una vez por Cibeles a las 10.44, donde también están las sedes de seis consejerías regionales.

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