L D (EFE) Según el texto, apoyado por PSOE, IU, PNV, CiU, CC y el Grupo Mixto, el Gobierno no debe autorizar a este país "la utilización de las bases, el territorio, el mar territorial y el espacio aéreo españoles para objetivos relacionados con una intervención militar en Irak, por suponer una guerra preventiva contraria al derecho internacional". En el debate sobre la proposición, el portavoz del PSOE, Manuel Marín, explicó que la iniciativa pretendía "resolver una laguna, una zona gris" en el papel del Parlamento "cuando por una decisión del Gobierno España se incorpora a una operación militar, a un hecho de guerra".
Marín precisó, no obstante, que no se trataba de poner en cuestión ni la Constitución ni las facultades del Ejecutivo para decidir la política exterior y la de Defensa, sino aprovechar "la función legitimadora de las Cortes" en un asunto como la guerra de Irak. El diputado socialista aprovechó para reiterar la opinión de su grupo sobre la ilegalidad de la invasión de Irak y advertir de los riesgos del uso de las bases hispano-estadounidenses y, sobre "la flotilla" enviada a la zona, exigió al Gobierno que "juegue a la guerra abiertamente, pero no utilice la cobertura de lo humanitario porque eso escandalizará enormemente a las ONG".
El portavoz de CiU Ignasi Guardans, subrayó que el convenio bilateral de defensa suscrito con EEUU no concede automáticamente a este país el uso de las bases y reclamó al Gobierno que se "desenganche" del "esfuerzo bélico" anglo-estadounidense y, por tanto, que no autorice el aterrizaje de aviones cisterna o el sobrevuelo de bombardeos destinados a la guerra. En nombre de IU, Felipe Alcaraz consideró "ilegal" tanto el uso actual de las bases por EEUU, que a su juicio no respeta tampoco la obligación de información que se debe al presidente de la Junta de Andalucía, como el envío de tropas acordado por el Gobierno, que "ningún tipo de formato político o jurídico" puede justificar como "apoyo humanitario".
Anasagasti, la intervención más criticada
El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, protagonizó la intervención más criticada, al considerar "improcedente" que el Rey siga "a pies juntillas lo que dictan desde La Moncloa" sobre la guerra y acusó al Gobierno de buscar "un subterfugio" para evitar llevar a las Cortes "una guerra no declarada" y así "no involucrar" a la figura del Monarca, al que pidió que se reúna con todos los grupos de la oposición, no sólo con el socialista, después de que José Luis Rodríguez Zapatero desvelara días atrás que se había reunido con el Rey para expresarle su parecer a propósito de la guerra. A su juicio, el mensaje lanzado recientemente por el Rey para buscar espacios de entendimiento es "retórica vacía". Según Anasagasti, la Casa del Rey tiene "el criterio" de que la forma política española es "una Monarquia bipartidaria".
Por su parte, el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores, Gustavo de Arístegui, concluyó su intervención calificando de "intolerables" las declaraciones de Anasagasti sobre el Rey y pidiendo al grupo socialista que se desmarque de ellas. Arístegui también defendió las convicciones "profundamente democráticas" del Grupo Popular, que dijo "no tiene ninguna lección que recibir en materia de democracia de nadie, y menos del señor Anasagasti". El portavoz popular insistió en la posición que defiende el Gobierno sobre la legalidad de la guerra en Irak, en virtud de las resoluciones de la ONU incumplidas, negó que el uso de las bases españolas sea automático y subrayó el carácter humanitario de la flotilla española, que aseguró permanecerá bajo mando español.
Marín precisó, no obstante, que no se trataba de poner en cuestión ni la Constitución ni las facultades del Ejecutivo para decidir la política exterior y la de Defensa, sino aprovechar "la función legitimadora de las Cortes" en un asunto como la guerra de Irak. El diputado socialista aprovechó para reiterar la opinión de su grupo sobre la ilegalidad de la invasión de Irak y advertir de los riesgos del uso de las bases hispano-estadounidenses y, sobre "la flotilla" enviada a la zona, exigió al Gobierno que "juegue a la guerra abiertamente, pero no utilice la cobertura de lo humanitario porque eso escandalizará enormemente a las ONG".
El portavoz de CiU Ignasi Guardans, subrayó que el convenio bilateral de defensa suscrito con EEUU no concede automáticamente a este país el uso de las bases y reclamó al Gobierno que se "desenganche" del "esfuerzo bélico" anglo-estadounidense y, por tanto, que no autorice el aterrizaje de aviones cisterna o el sobrevuelo de bombardeos destinados a la guerra. En nombre de IU, Felipe Alcaraz consideró "ilegal" tanto el uso actual de las bases por EEUU, que a su juicio no respeta tampoco la obligación de información que se debe al presidente de la Junta de Andalucía, como el envío de tropas acordado por el Gobierno, que "ningún tipo de formato político o jurídico" puede justificar como "apoyo humanitario".
Anasagasti, la intervención más criticada
El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, protagonizó la intervención más criticada, al considerar "improcedente" que el Rey siga "a pies juntillas lo que dictan desde La Moncloa" sobre la guerra y acusó al Gobierno de buscar "un subterfugio" para evitar llevar a las Cortes "una guerra no declarada" y así "no involucrar" a la figura del Monarca, al que pidió que se reúna con todos los grupos de la oposición, no sólo con el socialista, después de que José Luis Rodríguez Zapatero desvelara días atrás que se había reunido con el Rey para expresarle su parecer a propósito de la guerra. A su juicio, el mensaje lanzado recientemente por el Rey para buscar espacios de entendimiento es "retórica vacía". Según Anasagasti, la Casa del Rey tiene "el criterio" de que la forma política española es "una Monarquia bipartidaria".
Por su parte, el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores, Gustavo de Arístegui, concluyó su intervención calificando de "intolerables" las declaraciones de Anasagasti sobre el Rey y pidiendo al grupo socialista que se desmarque de ellas. Arístegui también defendió las convicciones "profundamente democráticas" del Grupo Popular, que dijo "no tiene ninguna lección que recibir en materia de democracia de nadie, y menos del señor Anasagasti". El portavoz popular insistió en la posición que defiende el Gobierno sobre la legalidad de la guerra en Irak, en virtud de las resoluciones de la ONU incumplidas, negó que el uso de las bases españolas sea automático y subrayó el carácter humanitario de la flotilla española, que aseguró permanecerá bajo mando español.