La primera ocasión el tema fue el paro; la segunda, su futuro "Desayuno de oración" con Obama. El jueves, en Bratislava, un periodista osó de nuevo preguntarle sobre asuntos que nada tenían que ver con su presidencia de turno de la UE. De nuevo, el presidente del Gobierno se mostró hosco y abiertamente expresó su malestar.
La cuestión en esta vez tenía que ver con su candidatura en 2012 y el hecho de que varios dirigentes del PSOE la hayan dado por cierta en público. El presidente del Gobierno no dudó en dar su opinión sobre cómo tenían que hacer su trabajo los periodistas españoles: "Lo último que pensaba era que en Bratislava me fueran a preguntar por lo que va a pasar en España en 2012".
Lejos de responder, se limitó a decir que "no corresponde, no es el momento, no es el sitio" de ese tipo de preguntas por, dijo, "respeto a Eslovaquia", según recogió la agencia Efe. Se escudó, pues, en el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que le acompañaba en la rueda de prensa, para evitar responder.