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El fiscal general convierte ahora los "motivos personales" en "profesionales"

Sólo 24 horas median entre las dos razones esgrimidas para el cese de Eduardo Fungairiño de su puesto en la Audiencia Nacional. El comunicado que hizo público la Fiscalía General del Estado este miércoles explicaba la renuncia por "motivos estrictamente personales", pero Cándido Conde Pumpido se ha corregido a sí mismo un día después diciendo que Fungairiño sale del cargo por razones "estrictamente profesionales". La primera argumentación del cese correspondió a una "decisión" de Fungairiño, según Pumpido.

Sólo 24 horas median entre las dos razones esgrimidas para el cese de Eduardo Fungairiño de su puesto en la Audiencia Nacional. El comunicado que hizo público la Fiscalía General del Estado este miércoles explicaba la renuncia por "motivos estrictamente personales", pero Cándido Conde Pumpido se ha corregido a sí mismo un día después diciendo que Fungairiño sale del cargo por razones "estrictamente profesionales". La primera argumentación del cese correspondió a una "decisión" de Fungairiño, según Pumpido.
(Libertad Digital) La nota de este miércoles de la Fiscalía informaba de que Eduardo Fungairiño había presentado su renuncia al cargo de Fiscal jefe de la Audiencia Nacional ante Cándido Conde Pumpido por "razones estrictamente personales". El comunicado indicaba después que Fungairiño solicitó su incorporación a la Fiscalía del Tribunal Supremo.
 
Sin embargo, lo único que queda de la justificación de este miércoles en los motivos esgrimidos un día después es la palabra "estrictamente". En efecto, ahora son razones "estrictamente profesionales", según Conde Pumpido, las que han llevado a Fungairiño a salir de su cargo. Su renuncia, además, se ha convertido en un cese, según informó Libertad Digital este mismo miércoles. El propio Conde Pumpido reconoció que decidió relevar al fiscal porque "la paciencia tenía un límite", en referencia a las desavenencias en materia de terrorismo entre ambos fiscales.
 
Dichas desavenencias las resumió en dos motivos concretos: el hecho de que el fiscal no informara sobre el expediente abierto al magistrado de la Audiencia Nacional Luis Martínez de Salinas, y la pasividad de la Fiscalía de la Audiencia Nacional ante próximas excarcelaciones de terroristas, dos hechos que "han precipitado esta decisión" y "han llevado un poquito al límite en relación con los problemas profesionales".
 
Respecto al segundo, indicó que "cuando tuve conocimiento de que el hecho que se trataba de evitar, que era la puesta en libertad de los terroristas, se iba a producir el 17 de febrero, sin que el Tribunal Supremo tuviese la oportunidad de resolver antes porque no se había hecho la comunicación con los tres meses que se establecía en la instrucción, traté de averiguar de quién era la responsabilidad de que estos hechos se hubieran producido, y lo averigüé", aseguró Conde Pumpido.
 
El fiscal general dio también su particular versión de la reunión en que Fungairiño presentó su renuncia. Conde Pumpido indicó que cuando decidió su relevo le convocó a una comparecencia ante la cúpula de la Fiscalía General para cumplir con la audiencia prevista en la ley previa a la remoción del cargo. Según Pumpido, en esta audiencia el interesado puede estimar conveniente que siga adelante la remoción o, "libre y voluntariamente", precisó, puede optar "con la madurez suficiente de un fiscal experto en todas estas cuestiones" por la renuncia voluntaria.

Sobre la polémica carta de renuncia, que esgrimía motivos "personales", negó que se le hubiera dado ya escrita, sino que "se redactó de acuerdo con las instrucciones del fiscal jefe de la Audiencia Nacional partiendo de un borrador previamente presentado por los servicios técnicos de la Fiscalía". Según Conde-Pumpido, el atribuir la renuncia a "razones personales" respondió a una "decisión personal" de Fungairiño. Por el contrario, sostuvo, él era partidario de que alegase que tras el "larguísimo tiempo de destino en la Audiencia Nacional en la primera línea de la lucha antiterrorista" era conveniente "su paso a un segundo escalón, a un escalón superior, al Tribunal Supremo y por tanto desde el mismo se podía seguir igualmente luchando contra el terrorismo".
 
En cuanto al sustituto de Fungairiño, Pumpido explicó que deberá ser un "fiscal experimentado, excelente profesional, con experiencia de dirección y jefatura" en el que  "pueda confiar de una manera plena y absoluta en que la Fiscalía de la Audiencia Nacional se va a dirigir por el jefe de la Audiencia Nacional y no tenga que estar permanentemente interviniendo" para ser informado del proceso más importante que tiene, el de los atentados del 11-M. "A partir de este momento, estén completamente seguros de que el fiscal general estará debidamente informado de todo lo que pase en la Audiencia Nacional porque el fiscal que se nombre será un fiscal que cumpla con la obligación de información que tiene", insistió.

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